5 de marzo, miércoles de ceniza

Con el Padre en el secreto

 

Jl 2,12-18  ●  Sal 50,3-6.12-17  ●  2Cor 5,20-6,2  ●  Mt 6,1-6.16-18

 

Palabra de Dios

 

c

ando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note no la gente, sino tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».  (Mt 6,16-18)

Reflexión

     Debemos orar, hacer limosna, ayunar no para que nos consideren mejores que los demás, sino para gloria del Padre que es Amor. Lo importante es mantener a Dios en el centro de todo lo que hacemos. Lo escondido no es ciertamente el lugar de las aclamaciones o de la admiración, sino del encuentro con Dios. Lo escondido es el lugar de la purificación. El lugar donde, al igual que Cristo, podemos volver a encontrar la verdadera intimidad con el Padre y el verdadero amor por la gente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Padre, fuente de vida…

     Padre significa ser fuente de la vida, de todas las cosas; habla de cercanía entre Dios y el hombre; expresa una unión particular entre el Señor y su pueblo. Decir Padre significa profesar la propia fe en un Dios que quiere entrar en una relación nueva con cada hombre para que cada hombre tenga vida, la vida de Dios, en plenitud.

     Vida en Dios: para ser entregada. Dios es Creador, es Señor, es Omnipotente. Pero sobre todo es nuestro Padre.