sábado, 25 de octubre de 2014

Lectura misionera de la Biblia: Jonás

JONÁS, EL ANTIMISIONERO

TEXTO BÍBLICO

 Jonás capítulo 1

El Señor dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay: ---Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí. Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor; bajó a Jafa y encontró un barco que zarpaba para Tarsis; pagó el precio y embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos del Señor. Pero el Señor envió un viento impetuoso sobre el mar, se alzó una furiosa tormenta en el mar y la nave estaba a punto de naufragar. Temieron los marineros y cada cual gritaba a su dios. Arrojaron los pertrechos al mar para aligerar la nave, mientras Jonás, que había bajado a lo hondo de la nave, dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: ---¿Qué haces dormido? Levántate y grita a tu Dios; a ver si ese Dios se compadece de nosotros y no perecemos. Y se decían unos a otros: echemos suertes para ver por culpa de quién nos viene esta calamidad. Echaron suertes y le tocó a Jonás. Le interrogaron: ---Dinos: ¿por qué nos sobreviene esta calamidad?, ¿cuál es tu oficio?, ¿de dónde vienes?, ¿cuál es tu país?, ¿de qué pueblo eres? Les contestó: ---Soy un hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme (…) Alzadme en vilo y arrojadme al mar, y el mar se os calmará; pues sé que por mi culpa os sobrevino esta furiosa tormenta. Pero ellos remaban para alcanzar tierra firme, y no podían porque el mar seguía embraveciéndose. Entonces invocaron al Señor: ---¡Ah, Señor, que no perezcamos por culpa de este hombre, no nos hagas responsables de una sangre inocente! Tú, Señor, puedes hacer lo que quieres. Alzaron en vilo a Jonás y lo arrojaron al mar, y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho al Señor. Ofrecieron un sacrificio al Señor y le hicieron votos.

Jonás capítulo 2

El Señor envió un pez gigantesco para que se tragara a Jonás y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días con sus noches. Desde el vientre del pez, Jonás rezó al Señor, su Dios: En el peligro grité al Señor y me atendió, desde el vientre del abismo pedí auxilio y me escuchó. (…) Y sacaste mi vida de la fosa, Señor, Dios mío. Cuando se me acababan las fuerzas, invoqué al Señor, llegó hasta ti mi oración, hasta tu santo templo. Los devotos de los ídolos faltan a su lealtad; yo, en cambio, te cumpliré mis votos, mi sacrificio será un grito de acción de gracias: la salvación viene del Señor. El Señor dio orden al pez de vomitar a Jonás en tierra firme.

Jonás capítulo 3

El Señor dirigió otra vez la palabra a Jonás: ---Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y anuncia lo que yo te digo. Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le mandó el Señor. Nínive era una gran metrópoli, tres días hacían falta para recorrerla. Jonás se fue adentrando en la ciudad y caminó un día entero pregonando: ---¡Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada! Creyeron a Dios los ninivitas, proclamaron un ayuno y se vistieron de sayal pequeños y grandes. Cuando el mensaje llegó al rey de Nínive, se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió de sayal, se sentó en el polvo y mandó al heraldo proclamar en Nínive un decreto real y de la corte: ---Hombres y animales, vacas y ovejas no prueben bocado, no pasten ni beban; cúbranse de sayal hombres y animales. Invoquen fervientemente a Dios; que cada cual se convierta de su mala vida y de sus acciones violentas. A ver si Dios se arrepiente, cesa el incendio de su ira y no perecemos. Vio Dios sus obras y que se habían convertido de su mala vida, y se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó.

Jonás capítulo 4

(…) Jonás había salido de la ciudad y se había instalado a levante; allí se había hecho una choza, y estaba sentado a la sombra esperando el destino de la ciudad. Entonces el Señor Dios hizo crecer una planta de ricino hasta sobrepasar a Jonás, para que le diese sombra en la cabeza y lo librase de una insolación. Jonás estaba encantado con aquel ricino. Entonces Dios envió un gusano al amanecer el día siguiente, el cual dañó el ricino, que se secó. Y cuando el sol apretaba, envió Dios un viento solano bochornoso; el sol abrasaba la cabeza de Jonás y lo hacía desfallecer. Jonás se deseó la muerte y dijo: ---Más vale morir que vivir. Respondió Dios a Jonás: ---¿Y vale irritarse por lo del ricino? Contestó: ---¡Vaya si vale! Y mortalmente. El Señor le replicó: ---Tú te apiadas de un ricino que no te ha costado cultivar, que una noche brota y otra perece, ¿y yo no voy a apiadarme de Nínive, la gran metrópoli, que habitan más de ciento veinte mil hombres que no distinguen la derecha de la izquierda, y muchísimo ganado?

 

 COMENTARIO BÍBLICO

El género literario del libro de Jonás es el de cuento alegórico. Este relato no pretende ser histórico. En él se ven reflejados muchos textos proféticos, y además va a ser mencionado por Jesús en el Evangelio, por ejemplo en Mateo 12,38-42.

Jonás significa “paloma”, uno de los nombres dados a Israel. Jonás recibe la palabra de Dios como los grandes profetas, pero él desea limitar la misericordia de Dios. Representa al pueblo de Israel tras el exilio, tan mezquino de ideas con respecto a sus vecinos.

Nínive era la capital del imperio que destruyó Israel en el 721 y principal santuario de la diosa Istar, cuyo animal sagrado era la paloma. A su vez, Nínive fue destruida el año 621.

Tarsis es muy posiblemente Tartessos, colonia fenicia en el sur de España y límite extremo del mundo según los israelitas.

Ironía en el barco: cada marinero invoca a su dios mientras Jonás ni se entera de la tormenta desencadenada “por su culpa” y duerme.

“Echar a suertes” era un recurso de Israel y de otros pueblos para decidir las cuestiones dudosas. Los apóstoles también lo emplean para elegir al sucesor de Judas (Hechos 1,26).

Jonás está lleno de contradicciones: dice que su Dios es Dios del mar (¿cómo va a escapar de Él entonces en una travesía marítima?), que es misericordioso (cuando después se va a enfadar por su misericordia hacia los ninivitas) y ofrece su vida a los marineros para que lo tiren por la borda y salvar el barco (cuando quiere a la vez la destrucción de los ninivitas). Jonás muestra no haber cambiado de corazón sino que siente que sus planes han sido descubiertos y ya no tiene dónde ir. Y sin embargo gracias a su ofrecimiento el mar se calma y esos marineros paganos ofrecen un sacrificio al Señor. Esta escena es la antítesis de Ezequiel en sus capítulos 26 y 27, donde la profecía habla del reino de Tiro tirado al mar con sus riquezas. Aquí resulta que un profeta de Israel es tirado al mar por paganos.

En otros profetas aparecen también monstruos: en Jeremías 51,34 un monstruo, que representa a Babilonia, se traga a Israel, y más tarde Dios saca a su pueblo de su boca (51,44); Isaías 27,1 presenta al enemigo de Israel como un monstruo marino.

En la oración que Jonás pronuncia dentro del cetáceo hay muchas frases tomadas de los Salmos.

Segunda llamada de Dios a Jonás y esta vez sí, Jonás se dirige a Nínive. Los tres días de recorrido por la ciudad pueden ser una hipérbole o puede ser que Nínive designaba todo un territorio de unos 45 kilómetros de diámetro.

La conversión de Nínive confirma Ezequiel 3,4-7: el pueblo de Israel no escucha mientras que un pueblo con otra lengua escucha la predicación del profeta y cambia.

“Los ninivitas creyeron”. Se usa aquí la misma expresión que aparece en la Biblia para designar la fe de Abraham. El arrepentimiento incluye a los animales, expresión que aparece continuamente en el profeta Jeremías.

Las palabras en que Jonás muestra su decepción revelan claramente su carácter y los motivos que le impulsan. Trató de eludir su misión y huyó previendo que el Señor se iba a apiadar de los ninivitas si estos se arrepentían. Sus temores eran ciertos. Desde el punto de vista del Señor, la misión de Jonás ha constituido un éxito… a su pesar. De hecho Jonás está sentado a distancia esperando ver la destrucción de sus enemigos y lo que acontece es precisamente la destrucción del ricino que le sirve de protección.

Dios es el Señor de los elementos: lo mismo que el pez engulle a Jonás aquí también el ricino crece prodigiosamente y el gusano y el viento responden a la voluntad de Dios.

Jonás insiste en sus razones para estar enfadado, pero eso no va a detener al Dios de la Alianza para mostrar su bondad más allá de Israel. Este tema es el que subyace en todo este relato en el que el profeta, los marineros, los ninivitas y hasta el ganado son objeto de la misericordia divina. A Jonás le hace huir la idea de la misericordia de Dios, pero es precisamente esta misma misericordia la que lo salva cuando es arrojado al mar. Es irónico que un profeta se beneficie de la misericordia y se enfade cuando esa misma misericordia beneficia a otros. En la persona de Jonás el autor satiriza a aquellos israelitas de ideas estrechas que, a pesar de haber experimentado la misericordia de Dios, lamentan que sea concedida también a extraños. El autor escribía para aquellos de sus contemporáneos que estaban a punto de caer en la tentación de imaginarse un pueblo unido a Dios por la Alianza y capaz de poner límites a la libertad de ese mismo Dios ¿Qué os parece: el libro de Jonás sigue siendo actual?

 

COMENTARIO MISIONERO

Jonás, a su pesar, resulta ser signo de Dios y motivo de conversión para los marineros primero (que acaban alabando a su Dios) y para los ninivitas, sus grandes enemigos, después. Precisamente la culpa de Jonás es el lugar donde se realiza la conversión de los marineros: Dios saca caminos de vida incluso en medio de nuestros fracasos.

El barco en el que viaja Jonás parece una alegoría del mundo: es un lugar plural donde cada cual sigue su religión y reza a su dios, pero les mueve un objetivo común (llegar a puerto y por tanto salir de la tormenta), y aunque han encontrado al “culpable” de la tormenta, siguen esforzándose por seguir adelante sin tirarlo al mar, como el mismo Jonás les ha propuesto. Cuando ven que su situación es límite entonces sí lo hacen ¿Lo tiran al mar para liberarse de él? Más bien parece que lo hacen para ponerlo en las manos de Dios, que es el Señor del mar. Los extranjeros y/o no cristianos pueden devolvernos a las manos de Dios. El que parece desentenderse de la situación común es precisamente Jonás. Lo más fácil ante los problemas es esconderse y desaparecer. Hay sin duda personas dormidas ante las grandes causas de la humanidad. Jesús también duerme en una barca en medio de la tormenta, y cuando se despierta calma el mar (con lo que manifiesta su ser Dios pues el mismo Jonás afirma que el mar le pertenece a Dios). Toda esta escena nos recuerda a San Francisco Javier, que hizo un viaje en un bajel pirata donde continuamente se ofrecían sacrificios al ídolo con gran enfado del santo. También el mar nos recuerda a Jesús caminando sobre las aguas y a Pedro que también lo hace, pero se hunde, y al hundirse sabe pedir auxilio. Esto también provoca la conversión, como aparentemente sucede con Jonás.

El capítulo 2 nos gusta. Jonás reza porque se ve hundido y asfixiado, y es en esos momentos cuando más nos acordamos de Dios. Jonás hace muchas promesas, pero ahí parecen quedar porque él sigue esperando la destrucción de Nínive. De hecho Jonás nos recuerda a la parábola del padre misericordioso en sus dos hijos (Lucas 15): se parece al hijo pródigo porque ambos vuelven a Dios pero no sabemos si por arrepentimiento sincero o porque no tienen otro remedio; y se parece al hermano mayor porque ambos se enfadan ante la misericordia de Dios. De hecho Jonás se enfada ante una pequeñez (el ricino seco) y deja escapar las grandes causas de la humanidad (un pueblo entero que podía haber sucumbido).

Capítulo 3. Aunque hacen falta 3 días para recorrer Nínive, Jonás predica uno. Parece que quiere hacer su misión el mínimo indispensable porque sigue sin estar convencido. Dios muestra su gran misericordia, pero más que salvando a Nínive lo hace salvando a Jonás. “Ya sabía yo que perdonas” y se enfada, cuando el primer perdonado, el que más misericordia recibe de Dios es él mismo. La misericordia de Dios está siempre dispuesta, para “buenos” y “malos”, aunque a veces da la impresión que Dios prueba más con el sufrimiento a sus amigos. Vemos en Jonás a la antítesis de Abraham: aquel cree e insiste ante Dios (y los ninivitas van a creer como Abraham) mientras que Jonás huye de Dios.

Nínive protagoniza un arrepentimiento colectivo que impresiona. Igualmente nos impresionan las celebraciones comunitarias de  la penitencia, cuando toda una comunidad se reconoce pecadora y necesitada de perdón.

“Esperando el destino de la ciudad”. Las noticias se ceban en el mal de los otros y podemos verlas como espectadores o entrar en un proceso en el que captamos la esencia de las personas y los acontecimientos y nos involucramos haciéndonos protagonistas.

El nombre de Jonás significa “paloma”, que en el mundo bíblico es un animal de poca inteligencia y mal carácter. Por eso Noé lo suelta tras el diluvio, porque con tan pocas luces ese animal volverá adonde salió. La paloma vuelve con una rama de olivo, signo del aceite del consuelo. Jonás es igual de corto que la paloma, y si Dios logra sacar algo fructífero de él es que es verdaderamente grande.

El autor del libro de Jonás es realmente inteligente porque el texto está lleno de referencias bíblicas, con lo que resultaría familiar para las personas de su tiempo, pero el mensaje es una gran novedad, ciertamente transgresora: la misericordia de Dios alcanza incluso a los enemigos, a nuestro pesar. Lo que está en juego es la imagen de Dios, que en este libro rompe esquemas y supera fronteras.

jueves, 23 de octubre de 2014

La misión en los tiempos del ébola

Hemos colgado hace pocos días un breve artículo de Girolamo ("Jerónimo"), el javeriano que estuvo en Murcia y ahora sigue en Sierra Leona. Aquí ampliamos esas noticias con un artículo más largo y de gran interés.
 
Makeni, 13 Octubre 2014

Queridos amigos:

Hace ya más de un mes que he regresado a Sierra Leona tras un periodo de vacaciones en Italia.

Cuando dejé la misión en junio el virus del ébola había alcanzado la provincia del sur del país, proveniente de Guinea y Liberia, los dos únicos países que tienen frontera con Sierra Leona. Mientras estaba de vacaciones, en julio, se ha extendido también en la provincia del norte, donde se encuentra la mayor parte de los misioneros javerianos. Esto ha empujado al presidente Ernest Koroma a declarar el estado de emergencia, a suspender todas las actividades sociales como el cine, torneos de fútbol, reuniones religiosas o civiles, y a hacer intervenir al ejército para controlar la situación porque en algunos hospitales los enfermos habían rechazado las curas y habían huido.

He tenido por tanto ocasión de observar esta realidad desde dos puntos de vista diferentes.

Primero he observado el ébola desde el punto de vista de Europa, preocupada sobre todo de no contagiarse por esta epidemia; las imágenes que la televisión ofrecía y que presentaban las terribles consecuencias del contagio, sin duda ciertas, daban la impresión que en Sierra Leona no se pudiese ya vivir, que el virus estuviese presente en todos los ángulos del país  y que la vida fuese imposible para todos. Las imágenes concentradas en los hospitales y en los enfermeros vestidos como astronautas no permitían tener una visión más amplia del país que, a pesar de la seriedad de la tragedia, seguía viviendo.

Ahora mi punto de vista ha cambiado: me encuentro en la ciudad de Makeni, en el distrito de Bombali, provincia del norte, donde el virus ha dejado ya al menos 300 víctimas. Desde aquí observo, además de las imágenes ya vistas en los documentales y en los noticieros italianos, otras imágenes de una vida normal que continúa dentro de los límites que la epidemia impone. La gente ha aprendido a vivir con esta amenaza y, a pesar de la seriedad de la situación, es consciente que hace falta seguir adelante.

Las autoridades políticas y sanitarias continúan luchando, con los pocos medios a disposición y con personal limitado, para reducir la difusión del virus. Algunas ayudas empiezan a llegar también de la comunidad internacional.

Los javerianos y nuestros parroquianos estamos más tranquilos que al inicio de la epidemia, gracias a un mayor conocimiento de las modalidades de transmisión del contagio que se puede evitar adoptando sencillas medidas de seguridad: una medida muy útil es evitar todo contacto físico, porque entrando en contacto con los fluidos del cuerpo del enfermo es fácil el contagio; no nos apretamos la mano para saludar, se han suspendido los funerales por ser lugar de encuentro de mucha gente, se evita también lavar los cuerpos de los difuntos, que son muy contagiosos y que son sepultados por un grupo de voluntarios, vestidos y preparados para este fin; el gesto de la paz en la iglesia y la comunión en la boca son en este momento un recuerdo del pasado.

La Diócesis y los javerianos, tras un primer momento de desconcierto, hemos llegado a estas dos conclusiones:

Ante todo la convicción que es necesario ejercitar la virtud de la prudencia, evitando lugares donde el riesgo de contagio es alto;

En segundo lugar hemos entendido que no se puede permanecer como espectadores pasivos frente a este drama; de estas reflexiones ha surgido espontánea una pregunta: ¿qué podemos hacer para ayudar a quienes han sido afectados por el virus?

La Diócesis se ha orientado a ayudar a las familias que han sido puestas en cuarentena porque han perdido un ser querido a causa del ébola.

Todas las personas que han tenido contacto con pacientes de ébola son aisladas en casa durante 21 días. Durante este periodo son vigiladas por soldados y policías. No les está permitido salir del patio que rodea la casa. Cada vez que un miembro de esta familia se contagia del ébola  y muere, la cuarentena reinicia de nuevo. Una familia de un pueblo donde hay una comunidad cristiana está aislada desde agosto, si ninguno se enferma deberían ser liberados el 15 de octubre, ¡50 días después de haber sido aislados!

Esta segregación es un gran problema porque muchas familias no tienen ahorros ni reservas de comida en casa. A la mañana se acercan al mercado a vender, o van al bosque a recoger leña o bien otras actividades productivas que les permitan ganar algo para comprar, al atardecer, los ingredientes que necesitan para cocinar aquel día: el encierro en casa significa no poder desarrollar estas actividades y por tanto no comer.

El padre Natale, Administrador Apostólico,  ha dado a las parroquias de la Diócesis dinero para ayudar a estas familias, y también nuestra comunidad parroquial ha querido expresar su solidaridad llevando dones durante la procesión de las ofrendas en la misa del domingo: sacos de arroz, cebollas, sal, carbón, dados, agua, leche en polvo para los bebés…

Durante la semana visitamos a las familias “secuestradas” para conocer su situación y el día después regresamos con los alimentos que hemos recibido de los parroquianos o comprados con los fondos donados.

El equipo está formado por el javerianos filipino Patrick Santianez, algún miembro de la comunidad que desea echar una mano y yo.

Cuando llegamos cerca de la casa nos detenemos a una distancia prudencial, para evitar cualquier contagio, pedimos noticias sobre los miembros de la familia que están enfermos y que han sido llevados a los centros sanitarios y animamos a la familia a tener paciencia, porque como dice el proverbio krio: “ hawevar tin tranga tete, i de dìn” (por difícil que sea una situación, acabará). Rezamos con y por ellos y al final les damos los dones recibidos.

Es un momento muy sencillo y al mismo tiempo muy bello, porque para ellos es un signo de esperanza en un momento de desesperación. Aunque sufran mucho por la pérdida de sus seres queridos, (en una de las familias ayudadas, de 20 que eran han sobrevivido 6) no se sienten completamente abandonados y saben que pueden transcurrir la cuarentena con la certeza de que la comunidad no les ha abandonado y está dispuesta a ayudarles.

martes, 21 de octubre de 2014

LES HAN VISTO LAS OREJAS AL LOBO

El padre Jerónimo Pistoni, trabajó durante unos cuantos años en Murcia, cuando la comunidad iba instalandose en los barrios de Santa María de Gracia y de San Antón.
Él ha vuelto a Sierra Leona desde hace un poco más que un mes, veamos lo que nos escribe :

Por aquí llevamos una vida normal en un clima surrealista.  Sabemos que hay el ebola cerca de nuestra casa, sin embargo teniendo cuidado en el observar algunas medidas de seguridad, no tendríamos que tener problemas.
El filipino p. Patrick
En mi parroquia estamos dos javerianos : Patrick, que es de Filipinas y yo.  Actualmente, además de la misa por la mañana y el rosario en la iglesia por la tarde, nos dedicamos en ayudar las familias que han sido puestas en cuarentena por 21 días porque en su familia ha habido muertos de ebola.
Puesto que no pueden salir de su casa, controlados a vista por los militares, llegan con fatiga a encontrar algo de dinero para comprar comida, por lo cual nosotros los ayudamos llevándoles lo necesario para cocinar : aceite, arroz, sal, caldo en pastillas, agua, cebollas, leche para los bebés, …  El dinero para comprar todo esto lo hemos recibido del padre Natale, el Administrador apostólico de la diócesis.  También otros javerianos de por el mundo han enviado ayudas.
Y también la gente de nuestra parroquia se ha comprometido en ayudar como puede.  El domingo, en la processión de ofrendas de la misa, traen arroz, cebollas, …  Patrick y yo, con la ayuda de algúno de la parroquia, vamos después a distribuir estas cosas a los que están en la cuarentena; nos mantenemos desde luego a una distancia prudencial, pero mientras tanto rezamos con ellos, charlamos un pelín y luego les damos un poco de comida.  No se puede hacer nada más.
El p. 'Jerónimo' Pistoni
Mientras tanto, seguimos por delante, con las escuelas cerradas y toda actividad suspendida, a la espera de que Europa y América se despierten en dar un golpe de manos.  Parece que han empezado a ayudar más que otro porque “les han visto las orejas al lobo”, más que por un sentido de verdadera solidaridad.  Y puesto que tienen miedo que el contagio se extienda también allá, se han decidido a venir acá para intentar pararlo.  “A falta de pan, buenas son tortas”.  Sea como sea, lo importante es que los gobiernos se comprometan en resolver el problema.
Un recuerdo a todos.
Gerolamo Pistoni

DOMUND 2014 EN SIERRA LEONA

Este domingo 19 de octubre también celebramos el Domund en nuestra Parroquia de San Guido María Conforti de Makeni, en Sierra Leona, como se celebra en todo el mundo, para eso es el «La jornada Mundial para la Evangelización». Cuando yo era pequeño pensaba que, en las «Misiones», la gente celebraba el Domund por lo que de esta jornada recibía: ayuda para la vida de las comunidades cristianas.Todo el mundo se acordaba de «las misiones»:unos daban y otros recibían. (Tal vez todavía hay gente que piensa así…no creo ¿verdad?)
Pasando los años, durante mi formación misionera, me enteré de que no era así; en los años que he trabajado en Sierra Leona he visto que no es así: Las comunidades cristianas y parroquias colaboran económicamente, con la oración y con el envío de misioneros a otros países. Y esto lo hacen por la sencilla y profunda razón de que el haber descubierto a Cristo, a través de la misión, ha cambiado y dado un nuevo sentido a sus vidas, les ha aportado el saberse amados por Dios, el vivir la fraternidad como hermanos-as; la alegría de que, a pesar de los pesares, Dios está con nosotros, nos libera del mal, nos da la fuerza y la esperanza de crecer como personas «humanas», en comunión cordial y responsable con los demás.
«Renace la alegría» es el lema de este año. Un lema que, aparentemente, choca con la realidad que está viviendo el pueblo de Sierra Leona. ¿No hay que tener mucha «cara» para hablar de alegría cuando el ébola siembra el país de miles de afectadosy muertos, cuando destruye familias, arrasa la economía, aísla el país,destruye mucho de lo construido después de la guerra civil de hace unos años…? ¿No hay que tener mucha «cara» para destinar la colecta del domingo, en esta situación, en vez de a ayudar a los afectados del ébola, a la labor misionera de la Iglesia…?
¡Pues no! los feligreses contribuyen con gusto y hasta con más generosidad, convencidos de que haber encontrado a Cristo es lo mejor que les ha pasado en sus vidas, alegres por poder colaborar a que otros lo encuentren, sabedores de que si el mundo viviera -con fe o sin ella- los VALORES de Jesús este mundo sería diferente y las calamidades, como el ébola que arrasa el país, se afrontarían con más solidaridad, justicia y celeridad…
«Renace la alegría«, un lema sugestivo; «Con Cristo la alegría nace y renace», yo, «sin pretensiones» añadiría: PERMANECE, este puebloy estas comunidades, a pesar de la realidad adversa y destructiva, y nosotros con ellas, no hemos perdido la alegría de ser lo que somos, de afrontar el sufrimiento haciéndonos cargo los unos de los otros. Sí, es verdad, es una alegría un poco «empañada», una alegría que esperamos que crezca y se «desempañe» con la colaboración de todos, aquí y allí, para hacer un mundo más fraterno, justo, solidario, más digno, más vivible…Aquí, como siempre, no sólo hay pobreza y sufrimiento, también hay vida y alegría.
Muchos saludos y hasta la semana que viene.

P. Luis Pérez Hernández s.x.
Misionero Javeriano en Sierra Leona

lunes, 20 de octubre de 2014

Esperanzas y gritos frente al ébola


COMUNICADO A LA OPINION PÚBLICA

Los abajo firmantes, responsables de institutos específicamente misioneros, con motivo del Día del DOMUND 2014, queremos reafirmar que Renace la Alegría y decir también una palabra de esperanza.

Es obvio para todos que este año en España el DOMUND ha recibido sobre sí una sombra de tristeza y de dolor: la muerte –a causa del ébola- de los misioneros de S. Juan de Dios Miguel Pajares y Manuel García, y la contaminación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero con la misma enfermedad, ha golpeado a la sociedad española y a las comunidades cristianas de nuestro país.

Sea nuestra primera palabra de reconocimiento y gratitud por el testimonio de los dos misioneros muertos y por los muchos más que han decidido quedarse al lado de todos los enfermos de ébola en África. Así mismo, por el ejemplo de entrega y servicio de Teresa, que se ofreció voluntaria para atender a los dos primeros. Queremos solidarizarnos especialmente con ella, ahora que se nos dice que “ha bajado la carga viral y sus órganos mejoran”. Esperamos su total recuperación y rezamos por ello.

Y nos solidarizamos con todos los trabajadores de salud que han puesto y siguen poniendo su profesión, sus conocimientos y su dedicación a una causa tan noble como es frenar el azote de esa enfermedad aquí y, sobre todo, en los países más afectados. Vaya nuestro reconocimiento a todos -creyentes y no creyentes- los que entregan su tiempo y sus vidas en defensa de la de los demás y buscando otro mundo posible: más justo, equitativo y solidario.

En el mismo sentido reconocemos y agradecemos las voces que en la sociedad española han llamado la atención sobre los graves problemas que aquejan a muchos países que -a causa del empobrecimiento y sus consecuencias- se ven condenados a ver morir a muchos de sus hijos “antes de tiempo”. Esa sensibilidad nos honra a todos, como personas y como creyentes (quienes lo seamos).

Denunciamos, eso sí, que un importante sector oficial y de la prensa hayan centrado sus críticas en la “posible irresponsabilidad de Teresa” en el contagio. También es indigno que no se reconozca y valore, por encima de todo, su actitud de servicio, su entrega y su sacrificio en un trabajo arriesgado.

Así mismo, lamentamos que otro sector de la población (incluso autoridades) haya dado reiteradas muestras de egoísmo, individualismo y cerrazón, con una exagerada preocupación sólo por “nuestros” problemas -por nuestra seguridad- y olvidándose totalmente de los países que más sufren el ébola y, por supuesto, otras enfermedades y lacras que causan diariamente muchos miles de muertes. Muy acertadamente alguien ha dicho que esas personas se preocupan “más que de salvar a los pobres, de salvarse de los pobres”, levantando todo tipo de muros y barreras que nos aíslen y los aíslen. En un mundo globalizado eso ya no es posible: ¡o nos salvamos todos o juntos pereceremos!

Por eso exigimos a nuestras autoridades y líderes políticos que cumplamos, como es de justicia, los acuerdos firmados y los compromisos pactados de colaboración al desarrollo (estamos muy lejos de hacerlo) y que, incluso, los superemos generosamente. Todos nos beneficiaremos a mediano y largo plazo.

Pedimos una ayuda más efectiva a los países que están ahora siendo más duramente golpeados por el ébola y que las promesas de solidaridad de los políticos no se queden en palabras vacías y oportunistas… El continente africano lleva decenios siendo saqueado, es hora de establecer otras relaciones comerciales justas y respetuosas. Constatamos con dolor la rapidez con que se constituyen coaliciones para hacer la guerra y la lentitud para la acción por la justicia y la paz.

Como consecuencia de todo lo anterior, nosotros, acostumbrados a ser acogidos y recibidos por hermanos de otros pueblos, razas y culturas, reclamamos a autoridades y resto de la sociedad española que tratemos con toda la dignidad que se merecen a los emigrantes que han dejado su patria y su familia -sólo Dios sabe con cuánto sufrimiento detrás- buscando una vida un poco mejor.

Madrid, 19 de octubre, día del DOMUND 2014

Firmantes:

Misioneras de Ntra. Sra. De África

Misioneras de la Consolata

Misioneras Combonianas

Misioneras Dominicas del Rosario

Misioneros OCASHA – Cristianos con el Sur

Misioneros Espirítanos

Misioneros de la Consolata

Misioneros del IEME

Misioneros Combonianos

Misioneros de África (Padres Blancos)

Misioneros Javerianos

Misioneros de Mariannhill

domingo, 5 de octubre de 2014

P. LUIS PÉREZ ESCRIBE DESDE SIERRA LEONA

Hemos recibido esta noche y compartimos enseguida con vosotras/os esta carta que el p. Luis Pérez nos envía desde Makeni, Sierra Leona.

¡Gracias Luis! ya sabes que os recordamos por aquí.  Que Dios os acompañe.

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Makeni-4-Octubre-2014
Apreciados Todos y Todas: Paz y Bien.
               Desde la última vez que os mandé noticias la realidad de país no ha cambiado mucho, se podría decir que está estabilizada en unos niveles más bien altos de afectados y muertos; el distrito de Bombali, donde está Makeni, es ahora uno de los más afectados, aunque ahora el número de muertos se ha reducido un poco.  Como distrito está aislado, no se puede entrar ni salir sin un permiso especial que no es fácil de conseguir.
               La persistencia de la presencia del ébola, su irradiación, su mortalidad, el que están llegando afectados a países occidentales: USA, Alemania, Italia y algunos más, están causando el efecto positivo de una mayor reacción de todos para tratar de contener esta pandemia que ya no está tan localizada, como antes, sólo en África Occidental; esperemos que esa reacción sea rápida y con los medios necesarios ya que hay entendidos que piensan que si no se actúa más rápido en cuestión de localización y aislamiento de los afectados por el virus, en poco tiempo los muertos podrían llegar a más de 20.000 (ahora se estiman en más de 6.000), cifras aleatorias y difíciles de confirmar, pero indicativas de una realidad actual e de una tendencia futura.
               Los más afectados son el personal sanitario, en los tres países más afectados han muerto unos 375 entre médicos, enfermeras, asistentes sanitarios, de ellos 112 en Sierra Leona. También se estima que en los tres países ya hay más de 3.700 huérfanos por causa del ébola, con el agravante , cosa que no es usual en África, que quedan casi abandonados por ser estigmatizados por el miedo a la enfermedad.
               En estas últimas semanas se están incrementando los esfuerzos, medidas y medios para atajar lo antes posible los efectos del virus: Por parte de las autoridades hay más control, más seguimiento, más medidas de aislamiento, más personal a disposición que ha sido entrenado para ello, más lugares disponibles para aislamiento y seguimiento; por parte de la comunidad internacional, algunas naciones están mandado dinero, entre ellas España (creo que a Liberia); están llegando a Sierra Leona numerosos grupos de médicos-enfermeras-asistentes sanitarios de Cuba, Rusia, Gran Bretaña, España y otras. La Cruz Roja Española ha montado un hospital de campaña en Kénema, una de las zonas más afectadas, está muy bien organizado y con personal y medios, ya han muerto algunos y otros ha  sido dados de alta. La Directora del Proyecto ha tenido la atención de llamarnos a los españoles para ponerse a nuestra disposición y ofrecernos los servicios del hospital, añadiendo que espera que no sean necesarios.
               Ha estado aquí, para cubrir la noticia del Hospital de la Cruz Roja, nuestro amigo el periodista Vicente Romero y su Hijo Miguel que también es periodista, después de terminar su trabajo han venido a visitarnos a Makeni, donde estamos tres españoles, se han interesado por nosotros, nuestro trabajo, la gente con la que trabajamos, la situación del distrito, y conoceréis noticias a través de ellos, han estado tan agradables y profesionales como siempre, y, para mí, ha sido un placer volver a ver  a Vicente después de muchos años y conocer a su hijo. Comimos juntos aquí en casa con los agustinos españoles José Luis y René que están en una misión cercana a Makeni.
               Por lo que respecta a la salud, los ánimos y la actividad; la salud va bien, ya tengo todas las medicinas que necesito –algunas ya no las tomaba por haberse terminado- me han llegado unas por correo desde Madrid y otras me las ha traído Vicente Romero; Los ánimos siguen discretamente bien, aunque pareciendo que a cosa se hace larga están un poco más apagados, pero poco, poco; el trabajo sigue bajo mínimos, yo, entre otras cosas, paseo un poco casi todos los días y encuentro a unos y a otras, se habla un poco, lo malo que el tema es monocorde, ya os suponéis cual es: el ébola, los detectados, dados de alta o muertos del día anterior en la ciudad y en el distrito, se aprovecha para animar a la esperanza, a la prudencia y a la ayuda recíproca y sobre todo con los afectados y sus familias, aunque el miedo hace que poco se realice…Por lo tanto aquí seguimos, recordarnos, rezad por nosotros y, sobre todo, por la gente y tratemos de poner buena cara al mal tiempo para que no nos vaya peor.
               Con la muerte del Hermano Doctor Manuel muchos os habéis puesto en contacto conmigo, a todos-as os lo agradezco, como a todos los que os interesáis por nosotros, a cada uno no puedo escribiros, espero tengáis la amabilidad de aceptar estas letras como para cada uno-a que es como estáis en mi afecto y recuerdo. Lo de Manuel ha sido otra tragedia inesperada, el Hospital había pasado con anterioridad un período peor: centenares de pacientes, decenas de internados, afectados, infectados, varios muertos; había sido cerrado, puesto en cuarentena, desinfectado, fumigado…, unos días antes de los del hermano había sido abierto para emergencias: ni consultas normales, ni operaciones, ni ingresos, parece que atendió a tres o cuatro personas y operó a una (todo dentro de la emergencia) y en ello le fue la vida. Tenía que haberse marchado a España para controles médicos a primeros de septiembre, pero prefirió retrasar el viaje dada la situación  general y del hospital. En estos dos últimos veces yo le había encontrado cuatro veces y en una me contaba con una gran alegría el que ya habían pasado los 21 días desde que murió una de las enfermeras que era asistente suya, que esos días se le habías hecho meses pero, que gracias a Dios, estaba bien y no había contraído el ébola… ¿quién iba a decir lo que pasaría tres semanas después? Ha sido una gran pérdida como personas amigable y como médico competente, intuitivo, con ojo clínico (nunca mejor dicho) sin horario, el horario lo marcaba la llegada del enfermo, la necesidad de una operación urgente, por la mañana, al medio día,  por la tarde y por la noche; de modales acogedores, tranquilos, sonrientes, pacientes; todos lo hemos sentido mucho y la gente también, a este hospital viene gente de toda Sierra Leona, ¡En fin! murió como vivió y ahora seguro que estará contento viviendo en comunión con el que siempre amó y sirvió, seguro que lo que menos le gusta, siendo como era, es lo del “ETERNO DESCANSO”.
               Con mis mejores deseos de bien, recordándoos en el efecto y la oración, os saludo hasta la próxima.
Luis Pérez s.x.