lunes, 27 de junio de 2011

LECTURA MISIONERA DE LA BIBLIA: JACOB

EL SUEÑO DE JACOB (Génesis 28,10-22)

Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán. De pronto llegó a un lugar y se detuvo en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso como almohada y se acostó allí. Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban ángeles de Dios. Y el Señor, de pie junto a él, le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás acostado. Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de la tierra. Yo estoy contigo: te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo”.

Jacob se despertó de su sueño y exclamó: “¡Verdaderamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía!”. Y lleno de temor, añadió: “¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo”. A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que le había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó aceite sobre ella. Y a ese lugar, que antes se llamaba Luz, lo llamó Betel, que significa “Casa de Dios”. Luego Jacob hizo este voto: “Si Dios me acompaña y me protege durante el viaje que estoy realizando, si me da pan para comer y ropa para vestirme, y si puedo regresar sano y salvo a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios. Y esta piedra conmemorativa que acabo de erigir, será la casa de Dios. Además, le pagaré el diezmo de todo lo que me dé”.

COMENTARIO BÍBLICO

Parece que en este texto se mezclan dos tradiciones distintas. Ambas están vinculadas a la historia de Betel, santuario cananeo del segundo milenio donde se cree que se daba culto al dios Betel. Tras la conquista pasó a ser santuario israelita.

En su contexto actual, el pasaje presenta una confirmación divina de la bendición concedida por Isaac a Jacob (recuérdese el engaño en el momento de la bendición que él quería conceder a Esaú). Aquí se presenta el objetivo universal del plan divino, plan grandioso en el que la protección personal de Dios a favor del patriarca es únicamente fruto de la promesa.

Las teofanías acontecen frecuentemente por la noche y sin manifestación directa de Dios, según una de las tradiciones. La escalera, ¿puede ser una imagen influida por los templos escalonados de Babilonia? En todo caso, la escalera, junto con los mensajeros que bajan y suben significa el continuo contacto de Dios con Israel.

La presencia directa de Dios revela la utilización de la otra tradición. Es el Dios de los patriarcas, sobre todo de Abraham, y ya no es el dios del santuario pagano. El Dios de los patriarcas individuales no está limitado espacialmente en su poder.

Las dos primeras partes de la promesa renuevan las promesas de la tierra y de una gran posteridad, y tienen gran parecido con la primera formulación de la promesa a Abraham. La parte final de la promesa va dirigida personalmente a Jacob, pero con vistas más amplias.

Las acciones de Jacob tras el sueño tienen significado cultual. La piedra es una estela empleada también por los cananeos para indicar la presencia de la divinidad. La prohibición posterior del empleo de piedras en Israel se explica por la facilidad con que se adherían a ellas las ideas paganas. La unción con aceite era un acto de consagración. Y las acciones de Jacob terminan con un voto.

LUCHA DE JACOB CON DIOS (Génesis 32,23-33)

Aquella noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc. Después que los hizo cruzar el torrente, pasó también todas sus posesiones.

Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Al ver que no podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de Jacob se dislocó mientras luchaban. Luego dijo: “Déjame partir, porque ya está amaneciendo”. Pero Jacob replicó: “No te soltaré si antes no me bendices”. El otro le preguntó: “¿Cómo te llamas?”, “Jacob”, respondió. Él añadió: “En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”. Jacob le rogó: “Por favor, dime tu nombre”. Pero él respondió: “¿Cómo te atreves a preguntar mi nombre?”. Y allí mismo lo bendijo.

Jacob llamó a aquel lugar con el nombre de Penuel, porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y he salido con vida”. Mientras atravesaba Penuel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba renqueando del muslo. Por eso los israelitas no comen hasta el presente el nervio ciático que está en la articulación del fémur, porque Jacob fue tocado en la articulación del fémur, en el nervio ciático.

COMENTARIO BÍBLICO

Aunque hay duplicaciones parece que se trata de un único relato que se ha ido alterando por su larga prehistoria y ha incluido adiciones como la del muslo de Jacob.

La lucha de seres divinos con personas de noche, al lado de ríos (las palabras “luchar” y “río” se parecen en hebreo) y revelando algo de su ser es un tema común del folklore antiguo. Quizá el relato original servía para explicar el nombre del lugar, Penuel, que significa “rostro de Dios” (no se podía ver a Dios sin morir), pero en la época patriarcal se pone el acento en la lucha de Jacob con Dios y el consiguiente cambio de nombre, que conlleva un cambio de misión en la vida (el nombre revela la naturaleza o misión de su portador). Si el sueño de Betel había dado sentido a la estancia de Jacob en esa tierra, esta nueva teofanía dará sentido a su vida futura: ahora es el Israel que asume una misión divina, padre del pueblo elegido y objeto especial de la protección de Dios.

El incidente del toque en la articulación del muslo parece una adición posterior, pero se ha mantenido para no hacer creer que Jacob logra una victoria completa sobre Dios. La prohibición alimentaria derivada de este hecho es muy antigua y en la época del relato era un tabú alimentario que Israel ya no observaba.

Aunque no se indica quién lucha con Jacob ni dice su nombre (así mantiene su carácter misterioso), él sí sabe quien es y por eso pide la bendición.

El pueblo de Israel va a recordar constantemente su propia lucha con Dios a la vez que su misión como pueblo de Dios en el plan de la historia de la salvación.

COMENTARIO MISIONERO

A veces Dios se deja encontrar y nos sale al encuentro cuando quiere, y otras la relación con Él es de lucha, de oscuridad.

El recuerdo de los lugares en los que hemos vivido y de las personas que hemos encontrado no es neutro, se carga de las experiencias de nuestra vida, ya sean buenas o malas. En el caso de Jacob, una teofanía en un sueño hace que para él hasta el lugar donde ha tenido ese sueño se llene de la presencia de Dios y necesite manifestar ahí ese carácter sagrado. Escaleras, menhires, pirámides, torres… intentos todos de escalar hacia el cielo como lugar donde reside la divinidad, pero todos ellos bien asentados en la tierra porque son expresión nuestra. En las culturas antiguas el mundo de lo no visible no se reducía al cielo, sino que también tenía enorme importancia el inframundo, lo que queda por debajo del suelo.

Una visión parecida, de los ángeles subiendo y bajando y el cielo abierto también la va a mencionar Jesús en el evangelio (Juan 1,51) y ya sin ángeles ni escalera va a ser evidente para Esteban poco antes de su martirio (Hechos 7,56).

Importancia del nombre de una persona, que en nuestro mundo occidental hemos atenuado o perdido. Ponemos los nombres porque suenan bien o por tradición familiar, y ya no tanto por lo que signifiquen. Una frase: “cuando alguien me quiere y me llama, mi nombre está seguro en su boca.”

Dios ratifica la promesa de la alianza con Jacob, a pesar de que había recibido él la bendición de su padre por estratagemas puramente humanas

¡Qué suerte la de Jacob! Dios se le manifiesta en el sueño. Así todo parece fácil y entusiasmante. Pero, ¿es real o es simplemente una ilusión? Curiosamente, Jacob se expresa con condicionales cuando recibe esa promesa de Dios, como si no se creyese del todo su destinatario ¿Es por dudas o por miedo? En realidad, ante las promesas de Dios a todos nos pasa: dudamos, no parecemos convencidos… Jacob incluso parece dudar de con quién está cuando lucha con Dios: por si acaso, identifícate y dime tu nombre. O quizá, aunque ya sabe quien es, necesita que Él mismo se lo diga.

Esas dudas también pueden valer ante el voto que Jacob expresa. Nuestros votos y promesas, ¿qué validez tienen? Cuántas veces nuestras promesas después de poco tiempo ya no tienen valor porque las hemos olvidado, porque en ese momento de entusiasmo hemos prometido más de lo que nuestras fuerzas son capaces de afrontar, porque hemos tomado otros caminos alejados de Dios.

El sueño, donde todo parece tan fácil, se combina con la lucha, que nos resulta más cercana como experiencia de Dios. Vivimos continuas luchas con Él, con nosotros mismos y con las demás personas con las que nos relacionamos cada día, muchas veces sin ver nada claro.

Subrayamos el valor de lo cotidiano, del día a día y de las decisiones que ahí vamos forjando como “entrenamiento” para las grandes decisiones y nuestra respuesta ante las grandes causas.

En la vida necesitamos sentirnos bendecidos por Dios. Esa bendición Dios la manifiesta a través de mediaciones: personas o acontecimientos. Personas que se sienten heridas encuentran paz cuando en un acto litúrgico o sacramental reciben expresamente la bendición de Dios.

lunes, 20 de junio de 2011

Yo tengo una certeza: cuanto más damos, más recibimos

Así concluye el texto de la COPE/La Palma [http://copelapalma.com/portal/2011/06/14/el-misionero-javeriano-jesus-manuel-calero-sera-ordenado-este-domingo-en-la-palma/]dando la noticia de la ordenación de nuestro compañero Jesús Calero, que tuvo lugar ayer a las 19.00 horas.

Entrevistada por la misma radio, su mamá se declaró “feliz porque él [Jesús Calero] es feliz”. Nosotros también nos declaramos felices por Jesús Calero, esperando que esto anime a otros a ponerse en camino detrás del Señor que sigue llamando
Un saludo a todas/todos.