miércoles, 29 de abril de 2009

Cuento sobre la crisis

ANTE LA CRISIS, ¿QUÉ?

El rey león convocó a todos los animales de la selva para comunicarles la noticia que temían:
- La crisis ha llegado a nuestro mundo.
Los animales ya habían oído que la crisis azotaba el mundo de los humanos, y por experiencia sabían que, tarde o temprano, lo que afectaba a los humanos terminaba salpicándoles también a ellos. Pero una confirmación oficial siempre genera inquietud. Tras un instante de silencio reflexivo, algunos animales empezaron a expresar sus posiciones.
- ¿Crisis? ¿Qué crisis? En mi mundo ni ha llegado ni llegará esa dichosa crisis, así que a él me vuelvo.
Dicho esto, el topo volvió a desaparecer en el subsuelo del que había salido. Su toma de postura produjo un cierto revuelo y otros animales, de parecidas dimensiones a las suyas, decidieron escabullirse por el agujero que el topo había dejado.
La tortuga dijo:
- Yo por ese agujero tan pequeño no entro, pero sí que puedo encerrarme en mi casa y esperar a que la crisis pase.
Y se metió en su caparazón. Esto animó a otros animales a hacer lo mismo, o a evadirse anticipando la hibernación, e incluso algunos decidieron migrar aunque no fuese la época.
Y hubo quienes se alegraron con el anuncio de la crisis: las aves carroñeras levantaron el vuelo para ir a posarse en algún lugar con buena panorámica y esperar acontecimientos.
El rey león se encontró ante sí a los pocos animales que querían afrontar con él la situación. A ellos les planteó la pregunta inevitable:
- ¿Qué podemos hacer?
Las ideas empezaron a surgir, primero tímidamente, después con más alegría y confianza. Palabras como “compartir”, “austeridad”, “ir a los esencial”… se escucharon repetidamente. Pero por encima de la posibilidad de encontrar soluciones lo que les iba animando era el espíritu de unión y de trabajo en equipo con el que afrontaban esta situación y la complicidad al verse implicados en un proyecto común de consecuencias universales.


PREGUNTAS:

1) ¿Entre las personas hay también quienes se evaden o huyen ante la crisis? ¿Y quiénes pueden ser los carroñeros?
2) En una reciente Pascua en Sucina hemos reflexionado sobre “Pasión, muerte y resurrección en tiempos de crisis”. Lee en www.javerianos.org los comentarios de quienes han participado y algunos de los materiales que hemos empleado.
3) Y la pregunta del rey león vale también para nosotros: ¿Qué podemos hacer? Entre los materiales antes mencionados hay quien aporta posibles respuestas. Reflexiona en tu grupo y mándanos tus sugerencias a nuestro blog.

lunes, 27 de abril de 2009

Pascua en Sucina. Homilía.

HOMILÍA PASCUAL

1) ¿Las piedras se mueven solas?
2) Un mundo de colores.
3) La muerte como compañera.
4) La fe también come.
5) A la escucha de los crucificados.
6) ¿Sugestión colectiva o fuerza de Dios?

1) Las mujeres encuentran movida la piedra del sepulcro. Esto me recuerda un cuento oído recientemente: un padre invita a su hijo a mover una piedra enorme. El hijo lo intenta con todas sus fuerzas, empujando de todos lados, haciendo palanca con todo lo que encuentra… hasta que desiste y dice a su padre que se rinde: “He intentado mover la piedra de todas las formas posibles y no he podido”. A lo que el padre responde: “¿De todas las formas posibles? ¿Estás seguro? No lo creo, porque aún no me has pedido ayuda”. Trasladado el mensaje del cuento a nuestra relación con Dios nos damos cuenta de que ciertos logros no los podemos alcanzar solos. Aunque todos unidos queramos resucitar a Jesús, no lo lograremos. Hace falta la fuerza de Dios para esto y para todo. Aunque eso sí, Dios conoce los deseos profundos que llevamos en nuestro corazón y los tiene en cuenta.

2) La piedra movida y el sepulcro vacío no son más que signos ambiguos. De hecho, cuando se hacen encuestas entre los cristianos sobre los dogmas en los que creen y en los que no creen, menos de la mitad responden creer en la resurrección. Como diría San Pablo, si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Pero si Cristo ha resucitado, ¡todo adquiere sentido! Podemos soñar con un mundo mejor, podemos ver la vida llena de colores, podemos creer en que el bien vence al mal, la vida a la muerte, la justicia a la injusticia, la bondad a la violencia, la verdad a la mentira… porque Dios así lo ha demostrado resucitando a su Hijo Jesús. No somos ingenuos y sabemos que somos cómplices del mal de nuestro mundo, pero eso no nos paraliza para comprometernos en la transformación de la realidad porque Dios se hace garante de que nuestros esfuerzos, de forma que nosotros no conocemos, tendrán fruto.

3) Todo esto no nos evita ni el sufrimiento, ni el fracaso, ni la muerte. La muerte nos va a seguir visitando con dolor, dejándonos mil preguntas y ninguna respuesta… Pero ya no es lo mismo: las puertas de la vida han quedado abiertas para nosotros de par en par, la muerte se ha vuelto un nuevo nacimiento a otra realidad.
Tengo una amiga que ante hechos dolorosos como la muerte de alguien cercano, enfermedades… me comenta: “¡Qué suerte tenéis los que creéis!” Siendo esta afirmación verdad, me despierta una alarma de peligro, porque podemos entender mal la fe, querer poseerla o creer que nos basta guardarla en una caja fuerte y tenemos todo resuelto. Nada de esto: la fe se fortalece dándola, la fe necesita ser alimentada y ser puesta en juego. Si no, se evapora.

4) ¿Cómo podemos alimentar nuestra fe en la resurrección? Hay medios evidentes, en los que no insisto: los sacramentos y la escucha de la Palabra de Dios. Me detengo en otros dos menos evidentes. Por un lado, el amor gratuito. No haría falta añadir “gratuito” al sustantivo “amor”, pero nos damos cuenta de lo mucho que lo que nosotros llamamos amor está condicionado por la búsqueda de un beneficio para nosotros. El amor gratuito nos lleva a la cercanía con los crucificados de hoy, a la solidaridad con los últimos. Por desgracia, son muchos: ¡hay tantos pies que lavar y tantos crucificados en la cuneta de nuestra historia! Y con la crisis de nuestra sociedad occidental la cifra de crucificados va a aumentar… Nos queda la esperanza de que, si la cruz de Cristo es camino de vida, también las nuestras lo serán.

5) Esa cercanía a los crucificados no tiene como objetivo principal ayudar (aunque naturalmente esto no queda excluido), sino escuchar y aprender ¿Pueden los últimos de nuestro mundo enseñarnos algo? El mismo Jesús daba gracias a Dios porque los sencillos entendían las cosas de Dios, y nosotros estamos llamados a la misma experiencia de descubrir vida donde a simple vista sólo hay muerte. En este sentido, ¡cuánta vida se puede celebrar durante una vigilia pascual en África, por ejemplo, continente crucificado por excelencia! Precisamente cuando mayor es la oscuridad, más apreciamos la luz. Lo mismo pasa con la vida: donde la muerte es señora la fiesta de la vida se celebra con especial entusiasmo. De hecho, los misioneros que hemos pasado por Chad nos decíamos que nos bastaba la celebración de la Pascua para sentirnos gratificados y con fuerzas para todo el año por la vida que recibimos a raudales en ese momento.

6) Claro, todo esto puede no ser más que una ilusión, una sugestión colectiva. Volvemos a lo del inicio: los signos visibles de la resurrección en los relatos de los evangelios son ambiguos. Juan, Pedro, María Magdalena… se encontraron con la piedra del sepulcro quitada y la tumba vacía ¿Por causas humanas o por la fuerza de Dios? Ellos creyeron en esta última respuesta y su vida se transformó: crecieron en fe y en humanidad, transmitieron vida a otros, fueron valientes y verdaderos, anunciaron la Palabra… Ellos son la mejor prueba de que Jesús ha resucitado. Y si ellos transformaron sus vidas, nosotros también podemos.

martes, 21 de abril de 2009

"El metro" de Donato Ndongo

Por casualidad me encontré en la biblioteca con este libro. Su autor es un ecuatoguineano que me gusta cómo presenta cada mes alguna noticia de África en la revista Mundo Negro.
El libro nos habla de cómo un africano vive y ve la realidad de nuestro país a partir de su cultura y de su ideosincrasia propia.
Pero el libro nos lleva a descubrir la vida, la cultura y las tradiciones de una zona de Camerún muy próxima con Guinea Ecuatorial. El régimen político casi dictatorial y la pobreza de la gente. Es, precisamente, a causa de esta pobreza que el protagonista se ve obligado a emigrar. Y vamos descubriendo ese camino tan largo, tan duro y de tanto sufrimiento que lleva al paraiso soñado de Europa pero que nunca es tal paraiso.
Os aconsejo el leerlo también para percibir y sentir lo que muchos viven y sienten al llegar aquí. Buena lectura Ángel

lunes, 20 de abril de 2009

¿Quien mató a Jesús?





Alguna foto más de la Pascua de Guardamar y de los carteles que nos adornaron

¿Quien mató a Jesús?









Queridos amigos este año hemos colaborado, una vez más, con los hermanos Maristas en la Pascua que ellos organizan para jóvenes que se preparan a recibir la Confirmación. Este año eran 53 y los animadores 10. El ambiente ha sido muy bueno y enriquecedor. Aquí veis algunas fotos de lo que hicimos en la mañana del viernes santo. Ese día intentamos revivir "El juicio contra Jesús" y nos preguntamos "¿Quien mató a Jesús?". Nos dividimos en 5 grupos y cada uno intentó defender a su acusado: Pilatos, Herodes, Caifás, Judas y el Capitán Benjamin. Este año hubo una novedad y fue la del testigo protegido que al final nos hizo ver nuestra hipocresia y nuestro silencio.

domingo, 19 de abril de 2009

Crisis. Pascua de Sucina

LA CRISIS A NIVEL SOCIAL
(reflexión para el jueves santo en la Pascua de Sucina)

La crisis no parece un tema propio para Semana Santa. Pero es nuestra realidad, la palabra que más ha sonado en lo que llevamos de año (noticias, publicidad…) y según la entendamos, también la Semana Santa es la celebración de una crisis vital… Pero vamos por partes, ante todo, ¿qué entendemos por crisis?

La palabra crisis se suele relacionar con fracaso, desastre… Originariamente la palabra crisis significa juicio, decisión. Según el diccionario es un momento decisivo, o un proceso de profundas transformaciones, así que el significado de esta palabra no es únicamente negativo.

Si la crisis es un momento decisivo, entonces puede ser una gran oportunidad y a la vez conlleva el riesgo de equivocarse. Para preparar este día he puesto en el buscador las palabras “crisis” y “oportunidad” y me he encontrado con muchas páginas que hablan de ambas cosas. Mi sorpresa ha sido que muchas de ellas eran páginas de marketing comercial… Entre otras cosas, he aprendido gracias a los Simpson que en chino las palabras “crisis” y “oportunidad” se dicen igual.

Esto de la crisis como decisión recuerda a Moisés ante la zarza ardiendo y las palabras que escucha: “descálzate, porque la tierra que pisas es terreno sagrado”. En tiempo de crisis cada paso que damos va precedido de un discernimiento y merece plena atención.

La que más escuchamos a nuestro alrededor es la crisis económica, y de hecho ahí están los datos: 3.600.000 parados, expedientes de regulación de empleo, las Caritas que han duplicado el número de familias que ayudan… No vamos a detenernos en el análisis de las causas de esta crisis ni en la lectura de lo que significa, entre otras cosas por la división de opiniones: para unos se trata del fin del sistema capitalista mientras que para otros se trata de un reajuste para reforzar ese sistema; para unos la respuesta ahora es la austeridad, mientras que para otros es el consumir más…

Pero mirando más profundamente, me atrevo a hablar de tres crisis de base:

1º Crisis ética.
Parece que, teniendo de todo, todo nos está permitido.
En economía, como en otros ámbitos, parecía que todo valía porque la máxima aspiración era el lucro (estafas, burbuja inmobiliaria…).

2º Crisis ecológica.
Hemos vivido más allá de las posibilidades del planeta. Toda la población no puede vivir al ritmo de vida occidental porque el planeta no ofrece recursos para todos.

3º Crisis de la solidaridad.
Hay países en nuestro mundo que llevan siglos en crisis.
Mirando únicamente a nuestro país, parece que no todos están dispuestos a soportar las consecuencias de la crisis por igual. Aunque es una crisis global, no está afectando a todos por igual.
Y entonces, sabiendo que nosotros no tenemos en nuestra mano los recursos para resolver la crisis de forma constructiva a nivel mundial, pero sí que estamos llamados a echar una mano en nuestro entorno y proponer caminos de esperanza, ¿qué podemos hacer? Incluyo aquí las 10 propuestas hechas por Monseñor Antonio Ceballos, obispo de Cádiz y Ceuta, en su carta pastoral para la Cuaresma del 2009:

1º Revisar nuestra vida personal en esta Cuaresma sobre nuestros descontroles: egoísmo, avaricia, codicia, deseos de aparentar, deseos de poseer cosas y la falta de vida sobria y sencilla. Esto lo podemos hacer personalmente o dentro de nuestros grupos de formación.

2º Conocer y saber lo que es pasar por la situación económica y de paro en las familias sin trabajo, jóvenes sin empleo ni esperanza, barrios marginados que carecen de casi todo lo necesario, promoviendo una adecuada toma de conciencia por parte de la comunidad cristiana que nos lleve a una actitud de solidaridad cristiana.

3º Atender, de manera especial, a las familias emigrantes. Y, para todos, crear unos espacios de atención y seguimiento para que entre todos se puedan encontrar soluciones conjuntas. Os propongo, con todo cariño, y sé que se hace, intensificar el acompañamiento de las personas y las de familias que vengan en busca de nuestra ayuda.

4º Recortar, por parte de los empresarios cristianos y de buena voluntad, las ganancias económicas en favor de mantener los puestos de trabajo, evitando los despidos. Es el momento de una justa negociación.

5º Entregar, empezando por mí, los sacerdotes, religiosos, religiosas y todos los cristianos de la diócesis, el 10% (el diezmo) de nuestro salario a Caritas Diocesana para los afectados por la crisis. Al menos podría hacerse esta acción durante toda la Cuaresma como limosna penitencial. Consumir menos para que otros puedan consumir.

6º Pongamos atención a las informaciones y propuestas que durante todo este tiempo de la crisis nos haga Caritas Diocesana que será la que distribuya entre las caritas parroquiales más necesitadas lo que generosamente vayamos entregando. Caritas nos indicará la forma más efectiva de hacerlo. Es fundamental la coordinación.

7º Pero no basta con las acciones personales, también debemos tomar conciencia de esta situación en nuestras instituciones diocesanas. Por esto pido a las parroquias, a las hermandades y cofradías, a las delegaciones y secretariados, a las comunidades neocatecumenales y carismáticas, a los movimientos y asociaciones que, de sus propios ingresos, hagan también un signo visible de solidaridad y sobriedad. La Conferencia Episcopal Española ha distribuido entre las Caritas Diocesanas la cantidad de 2 millones de euros.

8º Concienciar, por parte de los párrocos y catequistas, a los que celebren algunos de los Sacramentos para que sean sobrios tanto en el momento de la celebración litúrgica como en la fiesta que, con tal motivo, se suele realizar.

9º Volver a releer en los grupos algunos textos de la Doctrina Social de la Iglesia para replantearnos los valores cristianos que siempre, pero ahora más, deberíamos tener presentes.

10º Hacer oraciones en la Eucaristía, en las celebraciones litúrgicas y en la catequesis de los niños, para que Dios inspire a los gobernantes y ayude a todos los hombres y mujeres a encontrar las justas soluciones al problema de la crisis económica y social.

Sin negar el valor de estas propuestas, vemos que se quedan más en un nivel de aliviar el sufrimiento de quienes ya están padeciendo la crisis, pero menos en el nivel de denuncia de las causas injustas que han llevado a la crisis y en el de creación de nuevas estructuras. Sin duda hay más acciones posibles que están a nuestro alcance y podemos iniciar o reforzar ¿Se te ocurren otras? ¿Cuáles?
Y también resulta importante conocer lo que ya algunas personas han hecho ¿Conoces casos concretos de personas que han demostrado su solidaridad durante esta crisis?

Jueves Santo es el día del amor fraterno. Jesús prepara una mesa ante nosotros. En esa mesa todos estamos sentados en plano de igualdad. Nos escandalizaría ver una mesa en la que unos están sentados encima de la mesa, otros debajo de ella… Desde luego, no sería la situación mejor para compartir lo que hay como comida, nos revelaría una mesa dividida y no una mesa fraterna.

Sin embargo, el centro de la reunión y el punto de referencia, Jesús, se va a poner a los pies de los otros comensales en un momento de esa comida para lavarles los pies. Y va a pedir a los suyos hacer lo mismo. Siguiendo lo que el mismo Jesús dice en otro momento: “¿Quién es el más importante, el que está a la mesa o el que sirve? Sin duda el que está a la mesa. Pues bien, yo estoy en medio de vosotros como el que sirve”.
En esa mesa no van a comer unos más que otros, todos van a quedar saciados porque es una mesa de fiesta. Y a demás de la comida en sí, va a estar también ese compartir algo más profundo: la vida de Jesús entregada por amor.

Esa mesa Jesús la prepara para todos, incluidos aquellos que ya han preparado su traición. No es la mesa de los mejores, sino la mesa de quienes han seguido a Jesús y están cerca de él en ese momento. El criterio para poder participar en esa mesa, compartir el pan y el vino y recibir el lavado de los pies no es un juicio moral, sino el valor supremo del amor.

viernes, 17 de abril de 2009

Pascua de silencio (4)

Os propongo el texto de la intervención de la hermana Prima Bosco de las Misioneras de Cristo Jesús.
Originaria de la India, vive y trabaja actualmente en la comunidad de Javier. Su testimonio nos gustó muchísimo.


Lo primero quiero dar gracias a Dios por esta oportunidad de conocer y comunicar con vosotros mis experiencias como una religiosa de la India.
Me llamo Prima, soy del sur de la India. El sur de la India es totalmente diferente del oeste de la India. Desde pequeña, yo estaba buscando una congregación donde yo pudiera dar mi vida a la gente más sencilla y pobre y quiero dar gracias a Dios por mi vida. El me ha creado y me ha dado muchas cosas, todo lo que necesito por mi padre y mi madre, hermanas, hermanos, amigos y amigas, maestros y mis hermanas misioneras de Cristo Jesús. Y quiero compartir con todos los hermanos que lo necesitan. En el evangelio según Mateo 25,40, Jesús dice : “Os aseguro que lo que hayáis hecho a estos mis hermanos menores me lo hicisteis a mí.” He aprendido de mi padre y madre esta lección del evangelio y quiero practicarla y vivirla. También quiero dar gracias a Dios por tanto amor que he recibido en mi vida y quiero compartir este amor con alegría a todos especialmente a mis hermanos necesitados.
Un día encontré esta congregación de misioneras de Cristo Jesús y me uní a ellas en el año 1989. Y me impresionó su forma de vivir la misión en sencillez, siendo contemplativas en la acción. Nuestras comunidades están en zona rural y donde vive la gente más pobre. Nada nos impide estar cerca de la gente cuando nos necesitan.
Aunque soy consciente de mis limitaciones, no me impide estar cerca de los pobres. Desde que estoy en esta congregación trabajando por la gente pobre, mi vida se ha enriquecido y me siento muy feliz.
Estuve en Mumbay trabajando en una escuela donde dan educación informal. Eran niños con muchos problemas con sus familias. No querían ir a sus casas porque no tenían ni comida ni paz en su casa. No sabían que es amor en su vida. Sus padres alcohólicos y maltrataban a sus madres. También los políticos los usaban para atacar a musulmanes y cristianos por dinero. Desde pequeños los niños aprenden a ser crueles. Los niños se quedaban todo el día sin comer y algunos también van a trabajar después de la escuela si comer. Yo pude visitarles en sus casas, que son chabolas. En principio los niños no querían invitarme a su casa porque son casas de barro. Poco a poco pude ir teniendo experiencia de sus vidas. Ver cómo viven me ha ayudado a vivir una vida sencilla y ha crecido mi deseo de compartir y participar en sus dolores y sus vidas. Ellos necesitan que se les escuche y que estemos a su lado. Aparte de enseñarles a escribir y a leer, necesitan de nuestro apoyo y consejo.
El gobierno tiene proyectos para pobres pero les piden dinero y documentos, lo que no tienen. Por eso no trabajan con el gobierno. Los niños y sus padres y madres van a trabajar pero la gente les paga muy poco. Cuando piden más dinero, pierden sus trabajos. Por eso trabajan por poco dinero. Tratamos de ayudarles dándoles información y acompañándoles cuando nos necesitan. Los pobres han hecho mi vida más humana y más desprendida y pobre.
Cuando estuve en Gujarat con las tribus, su condición era diferente. No sabía ni leer y ni escribir. Eran muy ignorantes. Por eso la gente del gobierno y la gente rica que vive en su pueblo tratan de engañarlos y robarles sus tierras y sus propiedades y se benefician a costa de los pobres. No tienen que comer ni conocimientos de sus derechos. Mientras tanto me cambié mi profesión a enfermera. En Gujarat en el pueblo no tenemos medico. Por eso por la mañana yo quedo en el dispensario y después de la comida voy a los pueblos lejos. Y como la gente no sabe ni leer ni escribir, formamos escuelas debajo de los árboles y les enseñamos sus derechos y a leer y escribir y les acompañamos en sus necesidades. Los ricos del pueblo nos culpan a nosotras que estamos convirtiendo a la gente pobre del hinduismo al cristianismo. Muchas veces yo he tenido problemas en el pueblo. Los pobres tienen miedo de la gente del gobierno. Porque los policías vienen al pueblo y pegan y se llevan a esta pobre gente a la cárcel sin ninguna causa. Pero los políticos no tienen otra forma de atacarnos sino decir a la gente que las misioneras están convirtiendo a las tribus. Vosotros habéis oído o leído de que los misioneros en Mumbai, Orrisa, Andrapradesh, Bihar que ha sido asesinados por orden de los políticos porque ayudaban a las tribus a saber y practicar sus derechos. Por esta causa han quemado muchas iglesias cristianas y están continuamente amenazando a los cristianos. Aunque algunas veces yo siento miedo, yo recuerdo las palabras de Jesús. No temáis. Mataron a Jesús por estas causas y tenemos el ejemplo de Jesús delante de nosotros.
Hoy la situación de la India es un reto. No se puede ser una religiosa sin una fe grande, en la fuerza, gracia y bendición de Dios. Dios nos da mucho. Pero el demonio hoy pone muchas obstrucciones a vivir los ejemplos de Jesús. Podemos participar en la vida de los pobres con el amor de Dios aquí y ahora en todo.
Mahatma Gandhi dice :
“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”.
“La voz interior me dice que siga compartiendo contra el mundo entero,
Aunque me encuentre sola.
Me dice que no tema a este mundo sino
Que avance llevando en mi nada más que el amor a Dios”.
Queridos hermanas y hermanos, he aprendido en mi vida que Dios está hablando entre nosotros constantemente. Pero yo puedo escuchar su voz solo cuando estoy en silencio y tengo un corazón abierto. Dios está llamando a cada uno a través de la gente que está sufriendo físicamente, psicológicamente y espiritualmente ; nos llama a tender nuestras manos para ayudarles a conseguir más justicia y más paz. Yo puedo escuchar su voz y sentir su presencia, en la gente que está sufriendo, solo cuando Dios es el centro de mi vida y vivo en su amor. La voz de Dios que estamos escuchando en cada momento, en cada minuto, nos ayuda a ser testigo de Dios y nos ayuda a vivir una vida sencilla sin buscar más cosas sino compartir con la gente que no tiene. Así podemos renovar nuestra vida cada día y crecemos en amor de Dios.
Dios nos ha dado esta vida libremente con todo lo que necesitamos. Pero depende de cada persona, como queremos vivir. En la vida tenemos que escoger las cosas buenas y aprender de nuestros padres, maestros, amigos, amigas y de toda la gente buena. Nos ayudará mucho si participamos con frecuencia en la Eucaristía, el sacramento del cuerpo y sangre de Cristo nuestro salvador.

Pascua de silencio (3)





lunes, 13 de abril de 2009

De vuelta de la Pascua de Javier






Ahí van algunas imágenes de la Pascua de silencio que hemos vivido en Javier este año.
Desde el miércoles por la noche (algunos después de un viaje bastante largo [hasta 12 horas] y nocturno) hasta el domingo hemos caminado con Jesús y los crucificados de nuestro tiempo hacia la resurrección del domingo.
¡De verdad que nos ha gustado a todos! ¡Y no te digo lo que nos han impactado las hermanas misioneras de Cristo Jesús!

Hasta la ¿Pascua 2010?

miércoles, 1 de abril de 2009

Próximamente colgaremos el power point del evangelio del domingo.

Queridos amigos, ya casi, sin darnos cuenta, hemos acabado con la cuaresma y entramos de lleno en esta Semana Grande para todos nosotros que es la Semana Santa. Son días para escuchar, observar, mirar con atención, empaparnos de tantos detalles que, a menudo, pasan sin que nos demos cuenta.

Y esta Semana la comenzamos con la entrada gloriosa a Jerusalén con las palmas. Una procesión entrañable y más en ciertos lugares con “la borriquita”. No seamos meros espectadores, que son manipulados por los jefecillos de turno. No nos convirtamos en masa sin forma ni aspecto, sino que sepamos buscar y descubrir dónde está la verdad por la que vale la pena vivir y morir. Vivamos la pasión de Jesús para poder vivir nuestra vida con más PASIÓN. Que tengamos buena semana.

Os adjunto el último diario de Fernando desde el Chad en donde nos hace ver cómo los medios de comunicación son parciales y nos manipulan, seamos buscadores de la verdad, saludos Angel



EL GESTO SUPREMO

Jesús contó con la posibilidad de un final violento. No era un ingenuo. Sabía a qué se exponía si seguía insistiendo en el proyecto del reino de Dios. Era imposible buscar con tanta radicalidad una vida digna para los «pobres» y los «pecadores», sin provocar la reacción de aquellos a los que no interesaba cambio alguno.

Ciertamente, Jesús no es un suicida. No busca la crucifixión. Nunca quiso el sufrimiento ni para los demás ni para él. Toda su vida se había dedicado a combatirlo allí donde lo encontraba: en la enfermedad, en las injusticias, en el pecado o en la desesperanza. Por eso no corre ahora tras la muerte, pero tampoco se echa atrás.

Seguirá acogiendo a pecadores y excluidos aunque su actuación irrite en el templo. Si terminan condenándolo, morirá también él como un delincuente y excluido, pero su muerte confirmará lo que ha sido su vida entera: confianza total en un Dios que no excluye a nadie de su perdón.

Seguirá anunciando el amor de Dios a los últimos, identificándose con los más pobres y despreciados del imperio, por mucho que moleste en los ambientes cercanos al gobernador romano. Si un día lo ejecutan en el suplicio de la cruz, reservado para esclavos, morirá también él como un despreciable esclavo, pero su muerte sellará para siempre su fidelidad al Dios defensor de las víctimas

Lleno del amor de Dios, seguirá ofreciendo «salvación» a quienes sufren el mal y la enfermedad: dará «acogida» a quienes son excluidos por la sociedad y la religión; regalará el «perdón» gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, incapaces de volver a su amistad. Ésta actitud salvadora que inspira su vida entera, inspirará también su muerte.

Por eso a los cristianos nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia él, escuchamos sus últimas palabras… porque en su crucifixión vemos el servicio último de Jesús al proyecto del Padre, y el gesto supremo de Dios entregando a su Hijo por amor a la humanidad entera.

Es indigno convertir la semana santa en folclore o reclamo turístico. Para los seguidores de Jesús celebrar la pasión y muerte del Señor es agradecimiento emocionado, adoración gozosa al amor «increíble» de Dios y llamada a vivir como Jesús solidarizándonos con los crucificados” (J A Pagola).