lunes, 27 de mayo de 2013

Oración misionera, 2 de junio: Corpus



ORACION INICIAL

Jesús, ayúdame a saber multiplicar mi amor,
a saber compartir lo que tu providencia me da.
Para que el milagro se produzca
necesito simplemente ofrecerte
lo que tengo, lo que soy.
Nada más… pero tampoco nada menos.
Tú multiplicarás estos pocos o muchos dones
para que a nadie falte lo necesario.
En este tiempo de silencio y oración,
con humildad, te ofrezco mis talentos,
consciente de que los he recibido
para darlos a los demás.
 
ACCIÓN DE GRACIAS POR LA SEMANA TRANSCURRIDA
 
EVANGELIO DEL DOMINGO (Lucas 9,11b-17)
 
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó: «Dadles vosotros de comer». Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío». Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta». Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.
 
TESTIMONIO MISIONERO 
 
En un mundo donde hay hambre la única presencia creíble de Dios es en forma de comida.
 
Hoy, en Umtata (Sudáfrica), un niño de tres años me ha desafiado a ser santo. Le trajo una vecina para que le tratara un dolor de oídos. Me enseñó las marcas de su cuerpo y de su espalda. Ese cuerpo frágil y pequeño estaba cubierto de las marcas rojas de las palizas que había recibido, pero su cara permaneció impasible cuando yo solté un lamento de dolor al verlo. “No es nada nuevo, es la vida”, parecía decirme la mujer con su mirada. Le di un dulce al niño como gesto de amistad.
El próximo paciente. Otro niño pequeño lleno de sarna (pequeño ácaros que se meten bajo la piel, causando un dolor tremendo). Preparé el tratamiento, y con el rabillo del ojo vi que el primer niño le estaba dando la mitad de su valioso dulce al segundo. Sin pensarlo siquiera, de buen grado, sin que nadie se lo pidiera.
Ese niño tocó mi alma y me sentí humillada en el fondo de mi corazón. Había hecho mucho más de lo que yo era capaz de hacer.
 
Dra. Haidi Schmidt, Umtata (Sudáfrica). Publicado en Antena Misionera, nº 428
 
SILENCIO MEDITATIVO
 
ORACIONES COMPARTIDAS
 
ORACIÓN FINAL
 
Ve Jesús a la gente tan herida
y contempla a los pobres, a los hambrientos,
quisiera ser él mismo suave ungüento
y ser su medicina, su comida.

Vino para eso, para dar vida
y hacer del pan y el vino un sacramento,
del agua, del aceite y del aliento
medicinas de Espíritu escogidas.

En el centro del mundo la Eucaristía,
la mesa del amor y la esperanza;
se reparten raciones, a porfía,
de libertad y bienaventuranza.

 Venid, pobres amigos, a la fiesta
de la vida, el amor y la alegría.
Allí encontraremos también a María
y una mesa para nosotros dispuesta.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Oración del domingo, 26 de mayo: la Trinidad




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ACCIÓN DE GRACIAS POR LA SEMANA TRANSCURRIDA

ORACIÓN INICIAL

Hoy, Dios nuestro, contemplamos lo imposible:
tu misterio, tu inmenso ser,
la fuente rebosante de toda realidad que eres Tú.

Somos tan atrevidos que intentamos mirarte de frente,
para verte en conjunto,
en una especie de retrato familiar
donde aparezcas Tú bien enmarcado
y controlado por nuestra inteligencia.

Pero bien sé que cualquier construcción humana
no eres Tú, Señor inmenso,
a quien solo puedo creer,
pero no comprender o abarcar.

EVANGELIO DEL DOMINGO (Jn 16,12-15)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará."

COMENTARIO MISIONERO

- Dios Trinidad no es una construcción de la inteligencia humana, sino un regalo revelado por Dios mismo y que vamos conociendo (siempre hay algo más por conocer de Dios… y de nosotros) y en el que nos vamos integrando.

- Porque esa es en definitiva nuestra casa: un Dios familia, un Dios comunidad. En sus múltiples matices, Uno.

- ¿De quién recibimos lo que comunicamos? ¿Y qué comunicamos?

SILENCIO MEDITATIVO

ORACIONES Y REFLEXIONES COMPARTIDAS

ORACIÓN FINAL

Danos, Señor, que estemos siempre más
en íntima comunión contigo:
que pasemos de conocer tu grandeza “en tus obras”
a conocer tu grandeza dentro de Ti.
Dios tres veces santo:
Padre, Hijo y Espíritu Santo

(Hno. Gérard-Marie, carmelita)

martes, 14 de mayo de 2013

Oración misionera, 19 de mayo: Pentecostés

 
Acción de gracias por el tiempo de Pascua

Oración inicial

¡Si conocieras el don de Dios,
si tú supieras lo que Dios te ofrece!
Es como lluvia de alegría,
como hoguera en la noche, en el invierno,
como calor de amistad que te acompaña,
como fuerza secreta que surge desde dentro.
Sí, pero más, y es distinto.
 
Si conocieras el don de Dios,
un don que reverbera en dones variadísimos,
como anuncio renovado de noticias buenas,
como pan multiplicado en casa del hambriento,
o fuente que corre en el desierto,
o agua que cura la ceguera,
o luz que ciega a los violentos.
Sí, pero no es eso.
 
Si supieras, si vieras su hermosura,
su poder y su alegría, que transforma,
y su gracia, un mar en que te bañas;
como una danza en libertad
y en comunión, como una flor
de paz y santidad, pero más.
 
Si lo conocieras, dirías: ¡Ven!,
si de Él bebieras ya nunca tendrías sed.
Si conocieras el don de Dios,
te encenderías en amor santo ¡Ven!
 
Espíritu Santo, ¡ven!
Úngeme, alégrame, confórtame, ¡ven!
Libérame, sáciame, embriágame, ¡ven!
Enamórame, transfórmame, úneme, ¡ven!

Palabra de Dios (Hechos 2,1-11)

 
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos preguntaban: "¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua."  

Comentario misionero (de san Guido Mª Conforti, fundador de los javerianos)

- Hoy, fiesta de Pentecostés, se proclaman solemnemente las nuevas ideas, se anuncia la nueva Palabra, que ha cambiado la faz de la tierra y ha sustituido el derecho cruel del más fuerte por la ley de la justicia y del amor.

- De la misma manera que la linfa vital de un árbol se pone en movimiento por la luz y el calor de los rayos solares, así la vida individual y social, la vida moral, no pueden prosperar, no pueden subsistir sin la influencia benéfica del espíritu de Dios que ilumina las mentes con la luz de la verdad, que aviva los corazones con la llama santa del amor, que nos fortalece para la lucha de la vida, que hermana las almas y que quiere hacer de todos los hombres una sola familia.

- El Espíritu santo es Dios derramado, infuso en nuestros corazones; Dios nuestro creador, nuestro Padre, nuestro Amigo, nuestro Hermano; que nos mira y nos escucha, que sonríe amablemente frente a nuestros homenajes y a nuestras muestras de amor.

Silencio meditativo

Oraciones compartidas

Frase meditada

"Sin el Espíritu, Dios está lejos, Cristo pertenece al pasado, el evangelio es letra muerta, la Iglesia es una simple organización, la autoridad es dominio, la misión es propaganda... Pero, en el Espíritu, el cosmos bulle y gime con los dolores del Reino, se hace presente Cristo resucitado, el evangelio es fuerza de vida, la Iglesia significa la comunión trinitaria, la autor¡dad es servicio liberador, la misión es Pentecostés"
(Ignacio IV Hazim, patriarca de la Iglesia greco-ortodoxa de Antioquía)

Canción final
"Ven, Espíritu de Dios"

domingo, 5 de mayo de 2013

Oración misionera, 12 de mayo: la Ascensión

Acción de gracias por la semana transcurrida

Oración inicial

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
Él nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro rey, tocad.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán;
porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso.


Evangelio (Lucas 24, 46-53)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto." Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Comentario misionero

- Las tres grandes fiestas del tiempo de Pascua son: el domingo de resurrección (el padre actúa venciendo a la muerte); la Ascensión (el Hijo adquiere una nueva dimensión); Pentecostés (el espíritu llega a nosotros). Tres fiestas que son una única fiesta vista desde cada persona de la Trinidad.

- Jesús "se va" para hacernos crecer, porque nos considera mayores de edad y porque, lo mismo que con su resurrección nos enseña el camino de la vida más allá de la muerte, con su ascensión nos muestra el camino hacia nuestra casa: el Padre.

- Desde más arriba Jesús va a tener una visión sobre nosotros más universal, más global, y su presencia no se va a limitar a un único lugar geográfico, sino a todos.

Silencio meditativo y oraciones compartidas

Oración final 

Elévate, Jesús,
elévate sobre todos los mortales,
elévate hasta la plenitud,
hasta la diestra del Padre.

Elévate, te lo mereces,
pero no dejes de mirarnos,
tú que pisaste nuestra tierra,
que bajaste incluso a nuestro infierno,
que nos acompañaste, compartiendo; 
elévate, pero mientras nos bendices,
elévate, pero sigue sonriéndonos.

Te elevas, Jesús,
contigo asciende la condición humana,
no renuncias al traje que te dimos,
no escondes las heridas que te hicimos,
no te avergüenzas de la carne y de la sangre,
nos llevas en tus entrañas,
y a todos nos elevas, ascendiendo, cada Pascua.