domingo, 8 de mayo de 2011

CAMINATA POR EL VALLE DE RICOTE (MURCIA)

Los misioneros javerianos en Murcia y el grupo cultural javeriano organizamos esta caminata por el Valle de Ricote del viernes 13 de mayo por la tarde al domingo 15 de mayo.

El tema sobre el que girará la caminata es Abraham, dividido en tres momentos:

- Sal de tu tierra
- La promesa
- El sacrificio

Por eso hemos elegido como lema de esta caminata “DE CARA A LA PROMESA”

Cuota de participación: 50 euros.

Detalle de las etapas:

1ª Etapa: Balneario de Archena – Ulea. Viernes 13 de mayo:

Quienes salgan de Murcia, punto de encuentro en la casa de los javerianos a las 16:45 h. Para los demás, inicio a las 18 h. en la ermita del Balneario de Archena

Habrá dos coches. Los que puedan irán en ellos hasta Archena y el resto nos desplazaremos en bus (hay uno desde la estación de autobuses de Murcia a las 17 h.).

- Salida: Puerta de la ermita del balneario de Archena a las 18:00 h
Oración de partida.
- Llegada: al centro de día de Ulea, sobre las 20:00 h
- 20:00 h: Eucaristía en la parroquia de Ulea con el pueblo
- 21:00 h: Cena
- 21:30 h: Proyección y testimonio misionero con las personas de Ulea.
Oración de la noche.

2ª Etapa: Ulea – Abarán (pasando por Ojós y Ricote). Sábado 14 de mayo:
- 7:30 h: Diana
- 8:00 h: Desayuno
- 8:30 h: oración de mañana. Comienzo de la ruta.
- Entre las 11:00 y las 11:30 h: parada técnica (en un monte elevado a medio camino entre Ricote y Blanca) y momento de compartir.
- Sobre las 14:00 h: Llegada a Abarán.
- 14:00 h: Comida
- A partir de las 17:00 h: Llegada al polideportivo (“hogar dulce hogar”) y descanso.
- 20:00 h: Eucaristía entre los de la caminata.
- 21:00 h: Cena
- Después de la cena: Velada de noche. Juegos y diversión asegurada.

3ª Etapa: Abarán – Santuario y mirador de la Virgen del Oro. Domingo 15 de mayo:
- 7:30 h: Diana
- 8:00 h: Desayuno
- 8:30 h: oración de mañana, orientada por Juan. Comienzo de la ruta.
- 1ª parte de la ruta: hasta la noria más grande de Europa todavía en funcionamiento (vamos a estar para ver muchas norias, a mí aunque me enseñen una parada la voy a ver dando vueltas…)
- 2ª parte de la ruta: subida al santuario de la Virgen del Oro
- 12:00 h: Eucaristía en el santuario con el pueblo.
- 14:00 h: Comida.
- Después de la comida: Despedida y cierre. Para la vuelta, además de los coches, hay autobuses desde Cieza y Abarán. Ya nos organizaremos.

sábado, 7 de mayo de 2011

LECTURA MISIONERA DE LA BIBLIA, ABRAHAM 3

EL SACRIFICIO DE ISAAC (Génesis 22,1-9)

TEXTO BÍBLICO

Tiempo después, Dios quiso probar a Abraham y lo llamó: «Abraham.» Respondió él: «Aquí estoy.» Y Dios le dijo: «Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré.»

Se levantó Abraham de madrugada, ensilló su burro, llamó a dos criados para que lo acompañaran, y tomó consigo a su hijo Isaac. Partió leña para el sacrificio y se puso en marcha hacia el lugar que Dios le había indicado.

Al tercer día levantó los ojos y divisó desde lejos el lugar. Entonces dijo a los criados: «Quedaos aquí con el burro. Yo y el niño iremos hasta allá a adorar, y luego volveremos donde vosotros.» Abraham tomó la leña para el sacrificio y la cargó sobre su hijo Isaac. Tomó luego en su mano el brasero y el cuchillo y en seguida partieron los dos. Entonces Isaac dijo a Abraham: «Padre mío.» Le respondió: «¿Qué hay, hijito?» Prosiguió Isaac: «Llevamos el fuego y la leña, pero, ¿dónde está el cordero para el sacrificio?» Abraham le respondió: «Dios mismo proveerá el cordero, hijo mío.» Y continuaron juntos el camino.

Al llegar al lugar que Dios le había indicado, Abraham levantó un altar y puso la leña sobre él. Luego ató a su hijo Isaac y lo colocó sobre la leña. Extendió después su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo, pero el Ángel de Dios lo llamó desde el cielo y le dijo: «Abraham, Abraham.» Contestó él: «Aquí estoy.» «No toques al niño, ni le hagas nada, pues ahora veo que temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, el único que tienes.» Abraham miró a su alrededor, y vio cerca de él a un carnero que tenía los cuernos enredados en un zarzal. Fue a buscarlo y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar «Yavé provee». Y todavía hoy la gente dice: «En ese monte Yavé provee.»

Volvió a llamar el Angel de Dios a Abraham desde el cielo, y le dijo: «Juro por mí mismo, palabra de Yavé, que, ya que has hecho esto y no me has negado a tu hijo, el único que tienes, te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tus descendientes, que serán tan numerosos como las estrellas del cielo o como la arena que hay a orillas del mar. Tus descendientes se impondrán a sus enemigos. Y porque has obedecido a mi voz, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos a través de tu descendencia.»

Abraham regresó a donde estaban sus criados, y juntos emprendieron la marcha hacia Bersebá, donde Abraham fijó su residencia.

COMENTARIO BÍBLICO

Este texto recoge antiguas tradiciones y las reelabora. Su origen puede ser la preocupación constante en Israel de sustituir los sacrificios humanos.

Paradójicamente se exige a la fe de Abraham la renuncia al único fundamento de esa fe, puesto que la promesa de una amplia descendencia debe cumplirse por medio de Isaac.

El énfasis del mandato divino al inicio del texto recuerda el énfasis inicial de la llamada de Dios a Abraham: “Sal de tu tierra.” Y la obediencia pronta de Abraham recuerda también aquella primera respuesta.

El texto dice que se trata de una “prueba” lo que da al lector una ventaja psicológica sobre el propio Abraham, que no lo sabe.

La región de Moria es desconocida. Solo se menciona en el segundo libro de las Crónicas para hacer referencia al monte del templo, pero esta parece una expresión tardía e influenciada por nuestro texto. La vaguedad de la referencia geográfica puede ser intencionada para subrayar la nota de misterio de todo el relato. En todo caso, la tradición sitúa este monte en el lugar que hoy ocupa la mezquita de Omar en Jerusalem.

El holocausto era un sacrificio que se quemaba por completo, por eso se necesita la leña. Era la ofrenda perfecta e irrevocable. La víctima usual solía ser un carnero. Los padres de la Iglesia vieron en Isaac llevando la leña para el holocausto un paralelo de Jesús con la cruz. La conversación entre padre e hijo añade tensión al drama.

La partida de madrugada sugiere que la orden de Dios fue dada en un sueño nocturno.

El “Ángel de Yavé” se identifica con Dios mismo.

El nombre dado por Abraham al lugar no se ajusta al tipo usual de denominación topográfica, es simplemente un juego de palabras para expresar una noción teológica.

Los versículos finales (15 a 19) son una adición al relato más primitivo y sirven para resaltar la fe de Abraham y de paso justificar una proclamación más solemne de las promesas por parte de Dios: “Dios jura por sí mismo.”

San Pablo usará la fórmula que Dios dirige a Abraham para indicar la plenitud de la revelación en el sacrificio del Hijo de Dios: “El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien lo entregó por todos nosotros.” (Romanos 8,32).

La promesa “tus descendientes se impondrán a tus enemigos” es nueva e introduce una nota nacionalista fuera de lugar.

La promesa final de descendencia está formulada con carácter reflexivo y se podría traducir así: “En tu descendencia todas las naciones de la tierra se bendecirán a sí mismas”, es decir, los descendientes de Abraham serán una fórmula de bendición para otros.

COMENTARIO MISIONERO

Éste es uno de los pasajes de la Biblia en que más nos “peleamos” con la imagen que se transmite de Dios ¿De verdad Dios pide la muerte de alguien en sacrificio? ¿Y además siendo ese alguien el hijo de las promesas del mismo Dios?

El texto, mezcla de muchas fuentes, revela desde el inicio que lo que Dios pide a Abraham es una prueba. Pero ni aun así nos parece que corresponde a la imagen que desde Jesús tenemos de Dios porque no creemos en un Dios que nos pone a prueba jugando con la vida de las personas para ver de lo que somos capaces.

Tampoco creemos en un Dios caprichoso, que hoy nos llama por un camino y mañana nos invita a seguirle por otro distinto ¿No será más bien que los caprichosos somos nosotros?

En ciertas religiones del pasado se celebraban sacrificios humanos. Tomando en sentido amplio el término “sacrificio”, entre los cristianos se ha dado esa mentalidad y se nos ha educado así: Dios pide nuestros sacrificios, nuestros sufrimientos, y cuanto más suframos, mejor. Incluso hemos llegado a vivir “competiciones” para ver quién se sacrificaba más, quién lograba dar a Dios más que los demás. Hoy vemos las cosas de otra forma, afortunadamente. Creemos en un Dios que nos pide el amor (“misericordia quiero y no sacrificios”), y amar conlleva sacrificios: no se trata de sufrir porque sí.

De hecho las dos conclusiones claras del relato del sacrificio de Isaac van en este sentido: fe inquebrantable de Abraham y negativa de Dios a los sacrificios humanos.

Es cierto que desde el punto de vista humano a veces tenemos la sensación que Dios nos arrebata lo que nos da, que incluso puede pedir más de lo que nos da. Es verdad que el Dios de Jesús nos aprieta las tuercas, pero no para pedir más sacrificios, sino para dirigirnos hacia una mayor felicidad, liberándonos de apegos y llevándonos a amar más. Comúnmente echamos la culpa a Dios de todo lo que va mal. Y ante las situaciones de dolor incomprensible (enfermedades y muerte de niños y jóvenes o inocentes, injusticias, opresiones…) es lógico que nos dirijamos a Dios y le gritemos (en los salmos hay gritos muy duros hacia Dios) queriendo ajustar cuentas con Él, porque de hecho Él es el único que puede llenar esas situaciones de sentido.

Pero a la vez nos planteamos este interrogante: ¿Dios exige u ofrece?

La vocación es una llamada de Dios. Esa llamada lleva a la felicidad y a la vez conlleva renuncias. El camino de la llamada no lo recorremos solos sino con el consejo de personas que nos ayudan a verificar y discernir nuestra vocación. Al mismo tiempo, esa vocación supone crecimiento personal y un crecimiento para los demás.

Los cristianos tenemos tendencia a dormirnos, a acomodarnos, así que la llamada de Dios nos supone siempre una lucha.

Hay una diferencia entre cotidianidad y rutina: Jesús vivió la cotidianidad en Nazaret y la fidelidad a nuestra vocación en lo cotidiano está llena de sentido; la rutina supone nuestra decisión de no incorporar novedades a nuestra vida para no desestabilizarnos ni plantearnos preguntas aunque hayamos perdido la ilusión y el sentido y nos arrastremos por la vida.

Todo lo que gira en torno a Dios es un misterio que no podemos entender del todo. Claro que con las capacidades que Dios nos ha dado (razón, sentido común, sensibilidad…) intentamos comprenderlo y explicarlo, dándonos cuenta de que lo que captamos es siempre limitado: somos semillas de algo más grande.

Impresiona leer este pasaje del sacrifico de Isaac en paralelo con la oración de Jesús en Getsemaní y su camino hacia el Calvario. También allí el Hijo habla con su Padre, no pierde la comunicación con Él. Sin embargo allí no aparece ningún carnero atrapado en las zarzas… Dios Padre no quiere la cruz para su Hijo, ni Jesús tampoco la busca porque sí: Jesús no renuncia a seguir amando aunque en el horizonte amenace una cruz; y el Padre no impone la cruz a su Hijo, sino que quienes crucificamos a Jesús somos nosotros.

Toda la vida de Jesús es redención, no solo la cruz. Nos equivocamos si leemos la pasión únicamente desde la clave del sacrificio expiatorio.

La muerte no subsana el daño ¡Cuánta muerte hay en nuestro mundo! Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.

viernes, 6 de mayo de 2011

CRITERIOS ANTE LAS ELECCIONES

Colgamos en nuestro blog el comunicado conjunto emitido por CONFER (Conferencia Española de Religiosos) y Justicia y paz ante las elecciones del 22 de mayo. Pero antes ponemos el enlace al taller de vida publicado en nuestra revista en este mes y que trata también de las elecciones y los criterios a la hora de votar: http://www.javerianos.org/MaterialAnimacion/MisionerosJaverianos/TallerDeVida/VotoDelMisionero.pdf

ANTE LAS ELECCIONES DE MAYO 2011

COMUNICADO CONJUNTO

DE JUSTICIA Y PAZ Y CONFER

El próximo 22 de mayo la ciudadanía española va a ser nuevamente convocada a las urnas para elegir a quienes les representan y gobernarán en los Ayuntamientos y en un buen número de Comunidades Autónomas durante los próximos cuatro años.
Como Organizaciones de Iglesia queremos dirigirnos en estos momentos a nuestros hermanos creyentes, principalmente católicos, pero también de otras religiones o confesiones, y no creyentes en aras de nuestra propia responsabilidad como ciudadanos.
Quisiéramos ofrecer algunos puntos de reflexión que ayuden a esta participación responsable, desde nuestra fe y desde una perspectiva ética.

1. Las convocatorias electorales son un momento particularmente importante para el funcionamiento de un sistema democrático. El hecho de que se repitan cada cuatro años no debería hacernos olvidar su valor ni ignorar las oportunidades que generan para la participación ciudadana y, en definitiva, para el buen gobierno de un país. La democracia es un bien precioso y, por desgracia, escaso. La historia enseña que la democracia no es algo por naturaleza irreversible. Hay que esforzarse siempre para alimentarla y evitar que se degrade. Por otra parte, tampoco es algo que se pueda tener de una vez por todas, sino un proceso permanente de búsqueda colectiva de las mejores formas de gobierno basadas en la libertad, la igualdad, la justicia, el pluralismo político y la soberanía popular, principios en los que se fundamenta nuestro orden político (art. l de la Constitución). La democracia exige, pues, un esfuerzo continuo de toda la comunidad política.

2. Por todo ello, hacemos una llamada a la participación como un deber cívico y un acto de responsabilidad a favor del Bien Común. Es más urgente todavía, en nuestro caso, por el ambiente de desprestigio de la acción política, la crispación que muchas veces se crea, por la polarización de las posturas ideológicas y por la corrupción de la que tantas veces somos testigos. Sabemos que, por todo ello, no es fácil determinar en estos momentos en quién vamos a depositar nuestra confianza y, en todo caso, queda ello referido a la conciencia personal de cada uno, sin dejarnos llevar por la rutina, las posturas partidistas cerradas, el cansancio o la minusvaloración del ejercicio del voto. Como otras acciones de nuestra vida personal y social, se trata de acto cargado de responsabilidad ética. Todo esto es aún más decisivo en una convocatoria municipal y autonómica, donde hay una mayor proximidad entre representantes y ciudadanos y unas mayores posibilidades de participación.

3. Ahora bien, participar no es sólo depositar un voto en la urna, aunque sea en blanco, o formar parte de una mesa electoral cuando se es llamado, sino mucho más. Tenemos la obligación de informarnos realmente sobre la composición y programas de las candidaturas e interesarnos por los debates entre ellas, confrontando semejanzas y diferencias. Debemos debatir y conocer mejor los problemas que deben afrontarse en cada municipio y en cada autonomía y medir a las diversas fuerzas políticas por las repuestas que prometen dar a la altura de los desafíos planteados. En este sentido no debemos olvidar el necesario balance de la gestión llevada a cabo hasta ahora por quienes han regido municipios y autonomías en la legislatura que termina, examinando la coherencia habida entre lo prometido en sus programas y la realidad llevada a cabo en estos años.

4. Estas elecciones municipales y autonómicas tienen, como trasfondo, la proximidad en el tiempo de las futuras elecciones generales y nuestros políticos seguramente orientarán en este sentido sus respectivas campañas. Sin embargo, aun teniendo esto en cuenta, debemos entender que éstas no son una elecciones legislativas generales sino de quienes van a gobernar nuestros municipios y comunidades autónomas los próximos años. No debemos dejarnos llevar por los discursos de la campaña, que pueden desnaturalizar el sentido de estas elecciones. No se trata, pues, de un examen de la política global de Estado, del gobierno y de la oposición.

5. Parece evidente que estas elecciones han de tener como foco prioritario de atención la crisis económica y sus graves consecuencias de paro, incremento de la pobreza y la exclusión social. Sin desechar otros, es éste el primer gran problema que tenemos entre manos y es necesario, por tanto, que en nuestras opciones tengamos clara una jerarquía de criterios y valores, no sólo de tipo general sino muy determinados en virtud de las concretas circunstancias en que estamos viviendo en nuestros ámbitos particulares pues los problemas
son muy concretos en nuestros municipios y autonomías.

6. Deberíamos estar atentos a lo que, dentro de sus programas, presentan los diversos partidos de cara a promover un mayor compromiso de ayuntamientos y comunidades con la creación de empleo y con la protección de aquellos colectivos que padecen cualquier tipo de precariedad económica y social, reforzando todos los recursos y equipamientos para promover la inclusión social.

7. Temas muy concretos determinantes de nuestro voto deben ser los servicios sociales, la sanidad y la educación, así como la situación y el trato a los inmigrantes extranjeros sin papeles; la dignificación de los barrios populares y de las zonas de chabolismo; los apoyos a la familia, sobre todo en estos momentos de crisis económica; la vivienda; la defensa de la vida; el problema del medio ambiente; la corrupción urbanística y política; la solidaridad internacional mediante la Ayuda al Desarrollo; la participación ciudadana en la construcción de la ciudad y de la comunidad; el máximo respeto para todas las creencias religiosas e ideologías, siempre que no sean contrarias a la dignidad y derechos fundamentales de las personas..

8. Deberíamos desoír aquellas campañas que se basan en la manipulación, la explotación de prejuicios o miedos colectivos, los insultos o las descalificaciones personales. En este sentido, debemos mantenernos críticos respecto de algunos medios de comunicación social, que no siempre proporcionan una información auténticamente veraz. Los votantes debemos rechazar aquellas propuestas que desnaturalizan la convocatoria, por ejemplo desgastando a otros gobiernos que no son objeto de elección o alentando sentimientos de agravio o animadversión contra otras comunidades o nacionalidades, normalmente basados en ideas falsas.

9. Queremos insistir en que los problemas que nos planteamos en estas elecciones no son problemas, en principio, de política general sino de política muy cercana a nuestras realidades cotidianas que, si no estamos atentos, pueden quedar subordinadas a otros intereses partidistas  para la conquista del poder. El poder político es, ante todo y sobre todo, un servicio para el bien común y no un reparto de prebendas y privilegios. Las decisiones políticas no pueden estar al margen de los principios éticos.

10. Y, por encima de los programas y los partidos, están las personas concretas que piden nuestro voto y cuyo talante ético debemos calibrar con seriedad. No podemos, por un afán partidista o de otro tipo, dar nuestro voto a personas concretas que no merecerían el respeto de la ciudadanía. El hecho, en nuestro país, de las listas cerradas de los partidos no siempre facilita esta consideración ética y, sin embargo, debería ser ésta prioritaria en aras del bien común y de la dignificación de la vida política y de la misma democracia. La valía moral de las personas está muchas veces por encima de las listas concretas.

CONFER                                                                        JUSTICIA Y PAZ