jueves, 17 de julio de 2014

Salieron los 6 de Tenerife

Ya estarán en tierras burundesas, los 6 jóvenes (Alejandro, Barbara, Jonay, Jonay, Vanesa, Marta, todos de Los Realejos, Tenerife) que, acompañados por el javeriano p. Nacho Martínez, compartirán una parte de sus vacaciones con los jóvenes de Burundi.
Las fotografías (sí, sí, bueno, la calidad ..., veremos si podemos mejorarnos en el futuro), nos permiten verlos al salir desde Barajas, dirección Frankfurt (a ver si han profitado un pelín de las fiestas del mundial, je, je, ...) Addis Ababa y Bujumbura.
   
 

Se quedarán un poco más de quince días en el Centro Juvenil Kamenge y luego irán en el interior del país africano para compartir unos días con las poblaciones de Bugwana, la última de las parroquias confiadas a los Javerianos.  Y ... hablando de Javerianos, coincide la llegada de nuestros amigos, con la ordenación del primer Misionero Javerianos burundés : Ntahimpera Philbert.
Los recordamos y acompañamos.

sábado, 12 de julio de 2014

Luis Pérez desde la misión

Apreciados todos y todas: Paz y Bien.

El tiempo va pasando rápido y hace una temporada que no mando ninguna noticia. Por otra parte tampoco es que haya mucho que contar, ya que aquí, como en todas partes, la vida ordinaria es un tanto repetitiva y hay poca variedad en el quehacer.

Ya parece que los Superiores se han decidió a encargarme un servicio: Por ahora, pues espero que no sea para todos los años que esté aquí, me han puesto de Rector-Administrador de la Casa-Comunidad Regional, aquí en Makeni, y colaborador en la pastoral de nuestra parroquia de San Guido María Confortí. Ya he empezado con el encargo de la comunidad y sigo colaborando en la Parroquia, aunque ahora, que han comenzado las vacaciones, las actividades se reducen. El año académico y pastoral es como en España. También, dos semanas al mes alternando con un Padre Josefino, celebro la Eucaristía, a las 6.30, en la comunidad de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa. Los domingos suelo celebrar dos misas en alguna de las sucursales que tiene la parroquia, cada una suele durar casi dos horas. La homilía la hago mitad en inglés y mitad en Krio que por ahora lo llevo escrito, la gente dice que se entiende, pero no hay que fiarse mucho ya que no es respetuoso contrariar a un padre. En las sucursales del interior, tanto el inglés como el Krio lo traduce el catequista pues hay personas de mediana edad y mayores que sólo hablan y entienden su lengua. Yo sigo con mi homilía con preguntas, que se traducen y me traducen la respuesta, llama la atención el ver que hasta las abuelas responden con agrado y sencillez y, sobre todo, atinadamente.

Personalmente estoy bien, sereno y animado; ya he pasado la primera malaria y el primer tifus que ahora parece que, más que antes, se asocia a la malaria, menos mal que a mí, como en los años que estuve aquí, no me da muy fuerte, de forma que con el tratamiento adecuado para cada una de las cosas y unos cuatro o cinco días de una vida un poco reposada todo se arregla.

Por otra parte ya voy conociendo mejor el lugar, tanto la ciudad como los alrededores y viendo a un buen número de personas que me conocían de la vez anterior: un buen número de personas que viven y son de Makeni, durante la guerra, se marcharon a Freetown y allí nos conocimos al ser nuestra misión en la capotal un punto de referencia para ellos.

Por otra parte, estando aquí uno percibe la realidad concreta de la gente y te asalta un cierto desconcierto, una especie de aprensión, una buena dosis de incomprensión del mundo en el que vivimos: las diversidades, las injusticias, los conformismos, la falta de medios para poder vivir más dignamente: trabajo, sanidad, escuela, casa. Se te arruga un poco el corazón ver tanta necesidad sabiendo que podía ser remediada si este mundo fuera de otra manera: de la manera que Dios lo ha pensado y Cristo lo ha hecho posible. Muchas veces que quedo como “confundido” al ver tantos niños y, sobre todo, jóvenes, con actitudes y valores personales, con energía, con ganas de avanzar, de estudiar, de trabajar de construirse una vida y un país mejor… y percibes que la mayor parte no llegará a conseguirlo, que tienen un futuro precario por falta de medios, por falta de una injusta distribución de lo necesario para “crecer, avanzar…”.

¡En fin! aquí se vive con una especie de sentimientos enfrentados: por una parte el bien que ves, las comunidades cristianas activas y que crecen, las personas empeñadas y participativas, la gran dignidad con la que la mayoría vive a pesar de los pesares, la fe sencilla pero arraigada en un buen número; por la otra lo que os decía antes. Y uno no se acostumbra a esta dicotomía, como nunca me acostumbré los años pasados anteriormente, es como una especie de losa que siempre llevas encima y que no desaparece.

En todo caso no creo que lo dicho os haga pensar que estoy aquí sin esperanza, viéndolas venir, no. Yo-nosotros los misioneros y misioneras y algunos voluntarios-as seguimos adelante, convencidos, cada vez más, que hacen falta muchas cosas, que debemos colaborar en otras tantas; pero que sobre todo debemos seguir anunciando a Jesús de la mejor forma posible, debemos seguir compartiendo nuestra fe, suscitando esperanza, propiciando una vida mejor, en todos los sentidos, a partir de la vida nueva y de la persona nueva que es posible en Jesús. Me da alegría celebrar Eucaristías donde hay tanta variedad de personas: niños, jóvenes, adultos, ancianos…, se me había olvidado en España que tantos jóvenes “podían” participan en las Eucaristía, sobre todo la dominical, pero también en las diarias. Es casi enternecedor ver los grupos de oración que tenemos por barrios , y en algunas sucursales, una vez a la semana y donde se reza el rosario y se lee y se reflexiona sobre el Evangelio del domingo siguiente, allí es raro que no compartan todos-as: el líder del grupo, los jóvenes, los hombres, la mujeres, las ancianas…en ocasiones hay que cortar para que no nos dé allí la noche, esto reunidos delante de una casa, es por turnos, sentados en cuatro sillas y algún banco destartalado, con un calor aplastante, cabras y gallinas alrededor…Las reuniones de jóvenes, los encargados de los diversos servicios: liturgia, oración, caridad, limpieza…¡Pues una gozada”.

Algunas veces habrá (hay) quien se aprovecha de la Iglesia, de su presencia, de su ayuda, como en todas las partes…aunque aquí yo me pregunto con frecuencia (después de decir que el bien hay que hacerlo bien) ¿qué significa “aprovecharse” cuando no se tienen ni para comer una vez al día? siendo ésta una realidad frecuente y no un modo de decir que se tienen poco.

Como ya os de dicho estoy aprendiendo Krio que es la lengua mayoritaria local, que entiendo en parte, pero que no tuve oportunidad, ni tiempo, ni tranquilidad de aprender la vez pasada dadas las circunstancias, viene un joven universitario muy amigo nuestro tres veces por semana a la mañana; esperemos adelantar rápido ya que la memoria no es la de hace doce años, se hará lo que se pueda…

De salud estoy bien, las comidas locales me sientan bien, estoy adelgazando un poco lo que es normal y el problema de las “piernas inquietas” como ya intuía ha disminuido, he reducido mucho la dosis y no tengo molestias con lo cual, con el tiempo, pienso que será una medicina que podré dejar de tomar lo que es bueno también por no encontrarlas aquí y que tuvieran que venir de España.

Otra cosa que me indispone un poco es el no acostumbrarme, como me sucedía en la pasada vez, a ver alrededor tanta pobreza, necesidad, falta de medios de la gente para poder vivir más “humanamente”. La riqueza y el bienestar ha aumentado para muy pocos, son la minoría la que tiene un trabajo fijo y pagado, la agricultura da para sobrevivir malamente, la mayoría se las arregla como puede…¡en fin! que se te cae un poco el alma al suelo y te da un poco cargo de conciencia vivir bien entre tanta necesidad. Por otra parte la Iglesia Católica tiene que soportar siempre una cierta presión de los pobres que piensan que podemos ayudar a todos y para todo, en parte algo se hace, pero la misión de la evangelización y el arroz ya es una cosa del pasado. Por otra parte, viendo la situación tan precaria de tantos se comprende dicha “costumbre” de pedir.

La gente aquí, por cultura y forma de ser, es acogedora, alegre, sufrida y a pesar de todo esperanzada, aunque también, a veces, son poco previsores, la mujer es la que lleva el peso de casi todo, ya se sabe que las mujeres en todas partes son personas fuertes. Tampoco les falta ingeniosidad y tienen solución e imaginación para todo, habría que tener siempre una máquina de fotos para inmortalizar cosas que no nos imaginaríamos.

Como decía el curso académico y pastoral ya ha terminado. En la Parroquia Conforti termina la semana que viene con “Un campo parroquial”: De lunes a domingo vendrán los jóvenes, menos jóvenes y más jóvenes, por la mañana reflexión, encuentro, oración…, por la tarde juegos, concursos, teatro, películas…, parece que asistirán más de un centenar… Por otra parte, las dos semanas de el medio del mes de agosto, se tendremos en MaKeni el Congreso Nacional de jóvenes, se está organizando muy bien y se espera mucha participación de jóvenes que vienen de las otras Diócesis.

Por otra parte, este año tendré la alegría de encontrarme con un grupo de españolas-es que vienen un mes a Sierra Leona, a Freetown y a MaKeni, para colaborar con la Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa; son diez, dos de ellos sacerdote, un el Delegado de misiones de Madrid; es el tercer año que vienen, la mitad se quedará en Freetown y la otra vendrá a Makeni. Para ellos es un momento de servicio y de entrega, para Las hermanas un pequeño alivio en la dura vida que llevan trabajando con los más pobres y abandonados como hacen en todo el mundo. Los fines de semana, los domingos, suelen acompañar a algún misionero a alguna sucursal, con ello ven un poco de la realidad del interior en sus variados aspectos.

¡En fin! Aquí os dejo hasta la próxima, gracias por vuestro recuerdo, seguimiento y oraciones. Gracias a los-as que me habéis escrito algún mensaje, llamado por teléfono o enviado algún Whatsapp. A todos-as os recuerdo con afecto y amistad.

Supongo que algunos-as estarán de vacaciones, que lo paséis bien y descanséis; a los que las tomarán más tarde les deseo lo mismo.

Fraternal y cordialmente, un abrazo y muchos saludos. En el Señor.