miércoles, 30 de enero de 2013

Oración misionera, 03 de febrero

Oración inicial

En lugar de una mirada que esclerotiza y mata,
         concédenos Señor
una mirada que sabe sorprenderse y sabe detectar el moverse de tu vida en los demás.

En lugar de una mirada cansada y desilusionada,
         concédenos Señor
una mirada que sabe asombrarse por el lento caminar de cada uno hacia ti.

En lugar de una mirada que ya no mira más,
                concédenos Señor
la mirada despierta del centinela siempre sorprendido por el inesperado de tu gracia.


Acción de gracias por la semana transcurrida

Agradezco a Dios por cómo se manifiesta y actúa allí donde uno ‘no se lo espera’ : vuelvo a un gesto, una palabra venida de ’otro lugar’ que me ha ayudado en esta semana.
 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,21-30):
Comenzó Jesús a decir en la sinagoga:
-Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
Y decían:
-¿No es éste el hijo de José?
Y Jesús les dijo:
-Sin duda me recitaréis aquel refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.
Y añadió:
-Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Comentario misionero

- La misión de Jesús (y de tantos profetas anunciadores del Reino de ayer y de hoy) no es un placentero discurrir; es soledad, incomprensión, frustración, duda y sufrimiento.  ¿Cuántos de nosotros podemos afirmar que nuestra misión profética como cristianos exige tanto sacrificio?  “Dichosos vosotros cuando os injurien y persigan y os calumnien de todo por mi causa. Estad contentos y alegres, porque vuestro premio en el Cielo es abundante. Lo mismo persiguieron a los profetas que os precedieron” (Mt 5, 11-12)

- La misión a la que estamos llamados no es fácil, y en ocasiones exige la entrega de la vida.  ¿En qué consiste esa misión?, pues en ser instrumentos del Amor del Padre.  Nuestra misión es vivir y ser testimonios de amor; pero de ese amor del que habla san Pablo, de ese AMOR que es Dios mismo, ¿quién si no puede ser un AMOR de ese calibre? Por eso la misión en obediencia se hace tan dura y difícil, por eso solo algunos lo consiguen; por eso Cristo es el Amado en misión de Amor.

- Los cristianos estamos llamados a ser misioneros, es decir a salir de nuestras seguridades para ir hacia los demás.  Las primeras cadenas que Jesús tiene que romper, son las que atan a la gente de su tierra a sus problemas, a sus preocupaciones, haciéndoles ciegos a los demás.  ¿Qué es de nuestras cadenas?
(cf. Dabar, 4 domingo to, 2013)

Silencio meditativo

Oraciones y peticiones espontáneas

Oración final

Señor,
protégenos del ser simple espectadores
cuando tendríamos que actuar,
auditores,
cuando tendríamos que hablar.

Que la voz de tus profetas,
despierte en nosotros
la audacia que nos haga intervenir
para que en este mundo injusto y violento,
venga tu reino de justicia y paz.
Oración de F. Sejourné [Prier n°258]

martes, 22 de enero de 2013

Oración misionera, 27 de enero


Oración inicial

Oh, Dios, que haces de nuestra frágil vida
la roca de tu morada,
conduce nuestra mente a golpear la roca del desierto,
para que brote el agua para nuestra sed.

La pobreza de nuestro sentir nos cubra como un manto
en la obscuridad de la noche
y abra el corazón para acoger el eco del Silencio
para que el alba envolviéndonos en la nueva luz matutina
nos guarde, con las cenizas consumadas por el fuego
de los pastores del Absoluto,
el sabor de tu santa memoria. AMÉN
 
Acción de gracias por la semana transcurrida
 
En esta acción de gracias también os pedimos que deis gracias por Francisco Javier Martínez Rodrigo, misionero javeriano ordenado presbítero el 26 de enero en Soria.

Evangelio: Lucas 1, 1-4; 4,14-21
Excelentísimo Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:  «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: - Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.

Comentario misionero
 
- La Buena Nueva es inseparable de su anuncio a los pobres, que por otra parte son los destinatarios privilegiados del Reinado de Dios. Así lo manifiesta Jesús desde el inicio de su misión. Si puedes echa un vistazo al vídeo de la Infancia Misionera que hoy se celebra. Tiene mucho que ver con este anuncio a los pobres: http://www.youtube.com/watch?v=GL0E2A25rQY&feature=player_embedded
 
- "Hoy se cumple la Escritura". Lucas emplea varias veces ese "hoy", palabra que siempre va acompañada de anuncios de salvación, porque la salvación de Dios no es para un futuro más allá de la muerte sino que empieza hoy.
 
- "Solidez de las enseñanzas recibidas". Nuestra fe no es un "viento de doctrina": a la bae y como su fuente está Dios.
 
Silencio meditativo
 
Oraciones y peticiones espontáneas
 
Oración final
 
Oh Padre, por medio de Jesús nos llega hoy
tu mensaje de la Buena Nueva de salvación.
Te pedimos que sepamos aceptar HOY
el día de gracia que Jesús proclama.
Envíanos tu Santo Espíritu,
para que nos ilumine y nos haga libres
y así podamos servirte
a ti y a nuestros hermanos.
Y, con su ayuda, ojalá sepamos
llevar tu Buena Noticia a los pobres
y a los presos, a los ciegos y a los oprimidos,
para que todos puedan disfrutar de tu felicidad.

lunes, 14 de enero de 2013

Oración misionera, 20 de enero


Música inicial

Invocación al Espíritu

 

20 de enero, Día de las Migraciones

Frases tomadas del mensaje de la Comisión Episcopal de Migraciones. Se leen lentamente con música de fondo.
  • “La fe nos recuerda que todos somos peregrinos de los nuevos cielos y la nueva tierra en los que habite la justicia. (…) En un mundo, convertido en “aldea global”, en que llevamos a gala considerarnos “ciudadanos del mundo” y en el que encuentran todas las facilidades de circulación los mercados y el dinero, parece que solo hubiera fronteras para los emigrantes”.
  • “Los obispos, al igual que otras instancias eclesiásticas o civiles, hemos levantado nuestra voz ante determinadas medidas que afectaban a algunos inmigrantes y que podían dejar desprotegido su derecho a la salud, que por ser un derecho universal ha de ser accesible a todas las personas”.
  • “Las migraciones han dado lugar a que los destinatarios de la misión de primer anuncio estén también entre nosotros. (…) Deseamos que los hermanos bautizados en al Iglesia católica, venidos de otros países, puedan encontrar en nuestras parroquias su casa”.

Evangelio del domingo (JUAN 2, 1 11)

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino». Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora». Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él.

Comentario misionero
  • Entramos ya en el tiempo ordinario pero el evangelio completa la manifestación de Jesús empezada en Navidad y que la tradición considera como un tríptico: la visita de los Magos, el bautismo de Jesús y las bodas de Caná.
  • En los evangelios que hacen referencia a bodas jamás aparece la novia. Ese lugar nos corresponde, y en Caná es evidente que al antigua alianza (las seis tinajas para las purificaciones) se quedan cortas ante el vino nuevo de la nueva alianza de Dios con nosotros.
  • María ve llegado el momento de que su hijo se manifieste ¿Quién nos ayuda a encontrar nuestro momento, a gustar lo que estamos viviendo y de lo que somos capaces?
Silencio meditativo y peticiones

Oración final (salmo 117)

Alabad al Señor todas las naciones,
aclamadlo todos los pueblos.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.

martes, 8 de enero de 2013

Oración misionera, 13 de enero

Acción de gracias inicial por el reencuentro y por lo vivido durante el tiempo de Navidad

Oración inicial
 
Una voz se levanta en el llano:
"Convertíos y haced penitencia";
el Señor se sumerge en las aguas
para darnos la vida por ellas.

En Caná manifiesta su gloria
con el cambio del agua en el vino,
esperando la hora fijada
en que habrá de explicar este signo.

Escuchando tu voz, Padre amado,
veneramos a tu único Hijo,
Sobre el cual el Espíritu Santo
descendió para ser tu testigo. Amén.

Evangelio (Lucas 3,15-16.22-23)
 
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego». En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto».

Comentario misionero

- Jesús se pone en la fila de los pecadores para recibir un bautismo de conversión. No parece su lugar, pero allí está, compartiendo la suerte de ellos. Tampoco parece esta tierra el lugar de Dios, y sin embargo aquí está.

- Cuando los misioneros se van a otras culturas hacen suya la suerte de otros pueblos que no son el suyo. Se podrían desentender, pero la encarnación supone compromiso.

- El bautismo de Jesús nos recuerda el nuestro, y las palabras de lo alto nos recuerdan que somos hijos amados. Jesús ya era Hijo de Dios, pero hay momentos en que se evidencia esa filiación. Nosotros, aun sin bautismo, somos ya hijos de Dios, pero en ese momento se hace más evidente.

Silencio meditativo

Oraciones compartidas

Renovación de las promesas del bautismo

Padre Nuestro