martes, 26 de febrero de 2013

Oración misionera, 3 de marzo

 
Oración inicial


Espíritu Santo, incluso cuando nuestras palabras

no llegan a expresar bien la espera de la comunión contigo,

tu invisible presencia habita en cada uno de nosotros y nos ofreces la paz y la alegría.

Señor Jesús, siembra en nosotros tu Palabra.

Fecunda tú nuestros deseos de buscarte
 
y de hacer tesoro del bien y la vida que siembras en nosotros

para que los podamos hacer fructificar en favor de nuestros hermanos .

(Hno Roger de Taizé)



Silencio para compartir nuestras acciones de gracias por la semana transcurrida

 
Evangelio (Lc 13,1-9)

En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios.

Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.

O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? 
 No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.»     
 
Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: `Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué ha de ocupar el terreno estérilmente?' Pero él le respondió: `Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.'»
 
 
Comentario misionero
 
- Muchas desgracias suceden en nuestro mundo, algunas debidas a la crueldad humana (como Pilato derramando sangre) y otras a catástrofes (como el derrumbe de la torre). Por desgracia los misioneros nos hemos vuelto "expertos" en dolor humano porque nos toca estar en los lugares de fractura de nuestro mundo, donde más se sufre la injusticia de la desigualdad en el planeta y se es más vulnerable a los desastres naturales.
 
- ¿Y la paciencia de Dios con nosotros? Cada año estamos invitados a la conversión, es decir, a orientar nuestra vida definitivamente hacia Dios. No todo se mide en términos de culpas, ni siquiera tenemos explicación para todo lo que pasa, pero sí vemos ahí nuevas oportunidades que nos da Dios para vivir con sentido.
 
- Este domingo 3 de marzo la Iglesia en España celebra el Día de Hispanoamérica, con este lema: "América, puerta abierta a la misión". Este continente ha regalado a la Iglesia infinidad de mártires en la historia reciente y por tanto es tierra sagrada.
 
 
Oración final
 
Señor, protege nuestros sueños, porque el Sueño es una forma de rezar.
Haz que independientemente de nuestra edad o circunstancias,
seamos capaces de mantener encendida en el corazón
la llama sagrada de la esperanza y de la perseverancia.
Y para que eso sea posible, Señor, danos siempre entusiasmo,
porque el entusiasmo es una forma de rezar,
es lo que nos vincula con el cielo y la tierra,
con los hombres y los niños,
y nos dice que el deseo es importante y merece nuestro esfuerzo.
Es lo que nos dice que todo es posible,
siempre que estemos totalmente comprometidos con lo que hacemos.
Y para que eso sea posible, Señor,
protégenos, porque la vida es la única forma que tenemos de manifestar tu milagro.
Que la tierra siga transformando la semilla en trigo,
que sigamos trasmutando el trigo en pan.
Y eso solo es posible si tenemos Amor:
por lo tanto nunca nos dejes en la soledad.
Danos siempre tu compañía y la compañía
de los hombres y mujeres que abrigan dudas,
actúan, sueñan, se entusiasman y viven como si todos los días
estuvieran totalmente dedicados a tu gloria.

Paolo Coelho

martes, 19 de febrero de 2013

Oración misionera, 24 de febrero

DOMINGO 2º de Cuaresma
(Nota : una parte del material (oraciones, …) que utilizamos en estos domingos de Cuaresma, lo sacamos en parte del cuaderno de la fraternidad maristas, y de la ong SED, que puedes encontrar ‘AQUÍ’.)


… Entonces Manolito le preguntó en voz baja:
-¿Cómo se debe amar a Dios, padre mío?
-Amando a los hombres, hijo mío?
-¿Y cómo se debe amar a los hombres?
-Esforzándose en guiarlos por el buen camino.
-¿Y cuál es el buen camino?
-El que sube.
N. Kazanzakis, “Cristo de nuevo crucificado”

Oración inicial
Te vas manifestando
de mil formas, Señor:
en el encuentro,
en la confidencia;
en el llanto y en el gozo,
en la flor y en la nube;
en la escucha y en la palabra,
en el silencio y en la noche;
en la amistad compartida
y en la mirada intuida.

En el rostro amoroso
del corazón conocido,
y en los rasgos sufrientes
del hermano disminuido.
En el arduo trabajo,
en las horas de fuego,
y en el fresco descanso
del reposo ofrecido.


Te vas manifestando
de mil formas, Señor,
pues en todo te encuentras
y sin Ti nada tiene sentido.
Eres el corazón, el aliento,
el núcleo y el centro de la Creación.


Haz Señor que bajemos de la nube,
y que sepamos descubrirte
reconocerte siempre
y amarte en todos,
y en especial en tus predilectos:
los que más sufren.


Acción de gracias por la semana transcurrida
La oración es como subir al monte Tabor, sentarse y contemplar a Dios que actúa en la historia, en la mía y la de los demás.  Agradezco su presencia y la luz que de Él recibo.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,28b-36):
En aquel tiempo Jesús subió a un monte a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan. Mientras oraba, cambió el aspecto de su rostro y sus ropas se volvieron muy blancas y brillantes. Y aparecieron dos hombres conversando con Él: eran Moisés y Elías, que estaban rodeados de un resplandor glorioso y hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén.
Aunque Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, permanecieron despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con Él. Cuando ellos se separaban de Jesús, Pedro le dijo: «Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Pero Pedro no sabía lo que decía. Mientras hablaba, una nube los envolvió en sombra; y al verse dentro de la nube salió una voz que dijo: «Éste es mi Hijo, mi elegido. Escuchadle». Después que calló la voz, vieron que Jesús estaba solo. Ellos guardaron esto en secreto, y por entonces no contaron a nadie lo que habían visto.


Comentario misionero
- La misión no es ‘solo’ acción, más bien es ante que todo, contemplación, encuentro con el Dios de la historia.  Misión y contemplación no están en contraposición, sino más bien son una la origen y el completamiento de la otra.
- Sin embargo no podemos pensar que nuestro compromiso cristiano se ‘reduce’ a esto.  Encontrarnos con Jesús, contemplarle en su luz, percibir, por un poco, su realidad que va más allá de la historia y del tiempo, no pueden ni deben alejarnos de la gente.  Jesús nos devuelve constantemente hacia los demás.  Escucharle significa ponerse en camino detrás de Él.
- … y no escoger nunca el camino fácil de lo impactante, de las grandes puestas en escena.  “Ellos no contaron a nadie lo que habían visto”, solo podrán contar lo que han visto, después de verle (de lejos) colgado en la cruz y encontrarle resucitado.


* Señor, estamos sobrados de ocupaciones, y nos faltan acciones que transformen de verdad.
* Señor, estamos sobrados de palabras, y nos falta comunicarnos y entendernos.
* Señor, estamos sobrados de ruidos y alborotos, y nos falta oír y entender las llamadas de los otros.
* Señor, estamos sobrados de risas y pamplinas, y nos falta sentir una alegría permanente.
* Señor, estamos sobrados de penas y dramas televisivos, y nos falta encontrarnos de verdad con la tristeza del vecino.
* Señor, estamos sobrados de que nos utilicen, y nos falta ser nosotros mismos.


"Toda la vida cristiana consiste en responder al amor de Dios. La primera respuesta es precisamente la fe, acoger llenos de estupor y gratitud una inaudita iniciativa divina que nos precede y nos reclama. Y el «sí» de la fe marca el comienzo de una luminosa historia de amistad con el Señor, que llena toda nuestra existencia y le da pleno sentido. Sin embargo, Dios no se contenta con que nosotros aceptemos su amor gratuito. No se limita a amarnos, quiere atraernos hacia sí, transformarnos de un modo tan profundo que podamos decir con san Pablo: ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (cf. Ga 2,20).
… La fe es conocer la verdad y adherirse a ella (cf. 1 Tm 2,4); la caridad es «caminar» en la verdad (cf. Ef 4,15). Con la fe se entra en la amistad con el Señor; con la caridad se vive y se cultiva esta amistad (cf. Jn 15,14s).
… La fe nos lleva a reconocer los dones que el Dios bueno y generoso nos encomienda; la caridad hace que fructifiquen (cf. Mt 25,14-30)."
(Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2013)

Silencio meditativo

“Estoy ahí fuera”
Érase una vez una mujer muy devota, llena de amor a Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y por el camino solían acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan absorta en sus devociones que ni siquiera los veía.
Un buen día, tras haber recorrido el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el culto. Empujó la puerta, pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, esta vez con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no haber podido asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba ... y justamente allí, frente a sus ojos, vio una nota clavada en la puerta con una chincheta.
La nota decía: «Estoy ahí fuera».
Anthony de Mello

Oraciones y peticiones espontáneas
Oración final
Oigo en mi corazón: «Busca mi rostro».
Tu rostro quiero buscar, Señor; el que
muestras en cada uno de los hombres
y mujeres con los que hoy construyo y
comparto mi vida.


Que tu Espíritu me dé las luces necesarias
para que mis ojos sepan descubrirte
allí donde te manifiestas, y el amor
indispensable para que mi corazón sepa
acogerte sin reservas. Amén.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Oración misionera, 17 de febrero

DOMINGO 1º de Cuaresma

Oración inicial
 
¡Señor!
Cuando me encierro en mí,
no existe nada:
ni tu cielo, ni tus montes,
ni tus vientos, ni tus mares;
ni tu sol,
ni la lluvia de estrellas.
Ni existen los demás
ni existes Tú,
ni existo yo.
A fuerza de pensarme, me destruyo.
Y una oscura soledad me envuelve,
y no veo nada
y no oigo nada.
Cúrame, Señor, cúrame por dentro,
como a los ciegos, mudos y leprosos,
que te presentaban.
Yo me presento.
Cúrame el corazón, de donde sale,
lo que otros padecen
y donde llevo mudo y reprimido
el amor tuyo, que les debo.
Despiértame, Señor,
de este coma profundo,
que es amarme por encima de todo.
Que yo vuelva a ver
a verte, a verles,
a ver tus cosas
a ver tu vida,
a ver tus hijos....
Y que empiece a hablar,
como los niños,
-balbuceando-,
las dos palabras más redondas
de la vida:
¡PADRE NUESTRO!
(Ignacio Iglesias)
 
Acción de gracias por la semana transcurrida

Volvemos al tiempo de Cuaresma.  Una vez más.
Agradezco a Dios este tiempo en el cual se me invita a volver a ‘enamorarme’ de Él en los demás.  ¿Dónde y en quien lo he encontrando a lo largo de la semana que ha transcurrido?
 

 Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,1-13):

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: - Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó: - Está escrito: «No sólo de pan vive el hombre».

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: - Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo. Jesús le contestó: - Está escrito: «Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto».

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: - Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: «Encargará a los ángeles que cuiden de ti», y también: «Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras».
Jesús le contestó: - Está mandado: «No tentarás al Señor, tu Dios».

Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

Comentario misionero

¿A quién has venido a encontrar? Es lo que parece que le está queriendo preguntar el tentador a Jesús en el evangelio de hoy. ¿A alguien que puedes manejar a tu antojo? ¿A alguien que puedes dominar? ¿A alguien que puedes someter a tu voluntad?
Realmente en el evangelio de hoy se ponen de manifiesto dos modos de entender a Dios. Por una parte, el tentador le propone a Jesús un Dios manejable, fácil de torear, que se puede manipular. Un Dios así entendido no añade nada a nuestra vida. En realidad podemos vivir igual que si no tuviéramos Dios. Porque no nos aporta nada. Nuestra vida no lo nota.
Sin embargo, Jesús rechaza esta forma de entender a Dios que le propone el tentador. Jesús se da cuenta de que la mejor manera de relacionarse con Dios no es reducirlo a nuestros intereses, sino dejar que entre en nuestra vida con su presencia, con su fuerza, con su amor. Y dejarnos llevar por él. De este modo, nuestra vida se ve enriquecida, renovada e, incluso, transformada.
Por eso el evangelio de hoy nos devuelve a nosotros la misma pregunta: cuando abres el evangelio, ¿a quién has venido a encontrar? Hoy tienes una oportunidad para responderte.

(cf. Cuaresma 2013, Conferencia Marista de España-SED)


Para encontrar a Dios hay que salir fuera, dejar nuestras seguridades,  No utilizar la creación, y desde luego los demás, valorándoles solo en la medida que nos sirven.

El encuentro con las sequedades y las dificultades (las piedras ...), el conocimiento, la cultura, la capacidad de ver y entender el mundo, hasta nuestra fe, sobre todo nuestra fe, tienen que llevarnos a encontrar los demás, y hacernos pan, agua, vida para los demás.

"Todo parte de la humilde aceptación de la fe («saber que Dios nos ama»), pero debe llegar a la verdad de la caridad («saber amar a Dios y al prójimo»), que permanece para siempre, como cumplimiento de todas las virtudes (cf. 1 Co 13,13)".
(Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2013) 
 
Silencio meditativo

Oraciones y peticiones espontáneas

Oración final


Me dicen que triunfe a toda costa,
que pise fuerte, sin vacilar jamás,
mostrando siempre dominio
de las situaciones, de las gentes,
de mí mismo.
Me dicen que escriba mi nombre
con letras hermosas en tarjeta noble,
que la impresión es lo que cuenta
y hay que lucir estilo,
títulos, rango y riqueza.
Me dicen que me cerciore
de tener todo bien atado,
de asegurar el futuro,
de dominar el presente,
para así vivir al límite.
Pero llegas tú y te ríes de esos consejos,
y me dices que, desde arriba,
no se ve a las personas,
que escriba mi nombre
en las horas regaladas,
en las puertas abiertas de mi vida,
en las manos ofrecidas
para apoyar al próximo.
Llegas tú y descolocas mi orden,
y me dices que salte al vacío.
Y me recuerdas que es en los sencillos,
los mansos, los pequeños y los pobres
donde está la Vida sin límite.

[José María Rodríguez Olaizola]

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Encuentra otro material de Curesma en la pagina de los Hermanos Marianistas "40 Días con los 40 Últimos".

miércoles, 6 de febrero de 2013

Oración misionera, 10 de febrero


Oración inicial

Señor, Tú has abierto el mar y has venido hasta nosotros;
Tú has desvelado la noche y has inaugurado para nosotros un día nuevo.

Tú nos has dirigido tu Palabra y nos has tocado el corazón:
nos has hecho subir contigo en la barca y nos has llevado mar adentro.

Señor, ¡Tú has hecho cosas grandes!
Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias,
en tu Palabra, en tu Hijo Jesús, en el Espíritu Santo.

Llévanos siempre a bogar contigo,
dentro de ti y Tú en nosotros,
para echar las redes,
las redes del amor, de la amistad, del compartir, de la búsqueda
juntos de tu rostro y de tu reino ya en esta tierra.

Señor, ¡somos pecadores, lo sabemos!
Pero también por esto te damos gracias,
porque Tú no has venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores y nosotros escuchamos tu voz y te seguimos.
Míranos, Padre, lo dejamos todo y nos vamos contigo …

(Hijas de la Misericordia)

Acción de gracias por la semana transcurrida

Agradezco a Dios por estar con nosotros, conmigo a la orilla de nuestros mares.  Por llamarme a seguirlo.  Concretamente ¿por dónde lo he seguido esta semana, en que mar, que he ‘pescado’ con y por él?

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,21-30):

La gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
-Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.
Simón contestó:
-Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:
-Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón:
-No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Comentario misionero

- Los cristianos somos hombres y mujeres que vamos en búsqueda del Señor, conscientes de que él no se hace encontrar en los palacios lujosos.  Él está con nosotros en las orillas de nuestras vidas, en las fronteras donde se encuentran las esperanzas y las decepciones de la humanidad.  Y sube a la barca, desafía las aguas peligrosas, las domina y desde allí ofrece su salvación, que nace de la Palabra, escuchada y acogida.

- Ahí, en medio de la gente escuchamos la propuesta de Jesús, hacemos lo que él dice, cumplimos sus indicaciones, lanzamos con él las redes al mar (v. 4-5).  A veces, las propuestas de Jesús pueden parecer ilógicas, incoherentes, ridículas (y cuántas veces lo parecen, comparándolas con los esquemas del mundo); pero es necesario confiar incondicionalmente, ponerse en sus manos y cumplir a rajatabla sus indicaciones (“por tu palabra, echaré las redes”, v. 5).

- Finalmente ser cristiano es dejarlo todo y aceptar la misión que Jesús propone: ser pescador de hombres (v. 10).
Para que entendamos el verdadero significado de la expresión, tenemos que recordar lo que significaba el “mar” en el ideario judío: era el lugar de los monstruos, donde residían los espíritus y las fuerzas demoníacas que intentaban robar la vida y la felicidad al hombre.
Decir que sus discípulos van a ser “pescadores de hombres” significa que la misión del cristiano es continuar la obra libertadora de Jesús en favor del hombre, procurando liberar al hombre de todo aquello que le roba la vida y la felicidad. Se trata de salvar al hombre de morir ahogado en el mar de la opresión, del egoísmo, del sufrimiento, del miedo, de las fuerzas demoníacas que impiden su felicidad.

(cf. Servicio de animación litúrgica, Dominicos de España)

Silencio meditativo

Oraciones y peticiones espontáneas

Oración final
Estamos en la semana de Manos Unidas, terminamos con la oración que se nos propone por la campaña de este año.

Señor Dios, que hiciste al hombre y la mujer
iguales en dignidad, derechos y deberes,
y los hiciste diferentes y complementarios,
para que se amaran y formaran la familia
y para que juntos humanizaran el mundo,
haciéndoles tus colaboradores en la creación.

Mira nuestro mundo dividido y maltrecho,
donde la mujer aún es discriminada,
por leyes, costumbres y actitudes injustas;
donde millones son explotadas y marginadas,
por el absurdo delito de ser mujer.

Mira nuestro mundo y dale cordura y justicia,
para que nunca más se discrimine a la mujer;
y juntos, mujeres y hombres,
construyamos un mundo de igualdad
en el que todos podamos gozar de la vida.

Señor, danos fuerza y valentía
para rebelarnos contra todas las injusticias,
en especial ésta que aqueja a media humanidad.
Que ayudemos a las mujeres marginadas,
mientras vamos consiguiendo leyes justas,
que permitan vivir en igualdad
a todos los hombres y mujeres de la tierra.

[Campaña de Manos Unidas 2013]