26 de marzo, miércoles

miércoles tercera semana

Dt 4,1.5-9  ●  Sal 147,12-20  ●  Mt 5,17-19

 

Cumplimiento de la ley

 

Palabra de Dios

 

D

ijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley».    (Mt 5,17-18)

 

Reflexión

     Cristo no nos propone abolir la ley; nos propone una fidelidad radical. Jesús coloca el cumplimiento de la ley en el amor que debe animar la vida de los que le quieren seguir. Él mismo es el cumplimiento y el término de la ley. La sociedad y el estado necesitan de la ley como expresión de las condiciones mínimas para convivir y salvaguardar los derechos de cada persona. El cristiano, por el contrario, sabe que la primera y fundamental ley es el Amor. Las dos leyes se completan. El amor sin límites de Dios hacia el hermano es el cumplimiento de la ley, es la nueva fidelidad religiosa porque el amor es la plenitud de la ley (Rom 13,10).

 

Oración

Tú, vida que estás en todo y en cada una de las partes.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

Tú, voluntad que alimenta nuestra confianza.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

Tú, voluntad de nuestro difícil convivir.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

 

Se realice tu designio de amor en la creación

     Pensar en el Padre es pensar en su providencia siempre presente en la creación que espera con ansia “participar de la libertad de los hijos de Dios” (Rom 8,21). No somos los únicos que esperan la salvación sino que es toda la creación la que anhela, con nosotros, alcanzar su plenitud. Cada cosa pertenece, junto a nosotros, al Padre y es parte de su designio de amor.