miércoles, 31 de octubre de 2012

Oración misionera para Todos los Santos


Tiempo de silencio

Acción de gracias por lo vivido durante la semana

Oración inicial

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

(Tomado del Salmo 23)

Consultemos el evangelio de la liturgia de este día, que nos presenta el Discurso de la
Montaña, síntesis maravillosa de toda la moral cristiana y que es algo sublime, divino,
y en él encontraremos trazado el camino recorrido por los Santos para poder alcanzar la santidad; el camino que también nosotros, con las debidas proporciones, deberíamos andar. (San Guido Mª Conforti, Fundador de los javerianos)

Evangelio del día de Todos los Santos: Mt 5,1-12a:

Viendo la muchedumbre, [Jesús] subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

Comentario misionero

- El vídeo del DOMUND de este año termina con una pregunta: ¿Eres feliz? Aunque no lo dice tan directamente en el vídeo se sobreentiende que el misionero responde “sí” porque afirma que su vida no la cambiaría por nada. El tema de la felicidad es bien complejo. Sí podemos afirmar nuestra felicidad pero siempre con humildad, como un regalo más que como una conquista.

- Podemos suponer que la felicidad se encuentra cuando desaparecen todas nuestras preocupaciones y desvelos. Error, porque Jesús la coloca precisamente ahí. No porque esas preocupaciones sean queridas por Dios, sino porque de forma sorprendente vamos a darnos cuenta en medio de ellas de que solo Dios salva.

- La primera bienaventuranza, la única en presente (la octava repite formulación), marca el camino a todas las demás. Pobre es aquel que ha reconocido el límite de todas las cosas y se da cuenta que su único punto sólido es Dios. Esa pobreza conlleva por tanto una pobreza material.

- Y los misioneros somos privilegiados porque somos testigos y beneficiarios de muchísima santidad cotidiana y anónima por todo el mundo.

Momento de silencio.

Oraciones compartidas.

Oración final.

Líbrame Señor, de la grosería de corazón,
de la envidia, de la ambición y de la hipocresía,
líbrame del rencor y de las intenciones ocultas,
de todo espíritu de cálculo y de competencia,
de todo comportamiento agresivo y defensivo,
ya que la sola manera de existir es la de amar y ser amado.
Tú que eres luz y transparencia,
haz que mi corazón sea como agua pura en la que se refleje el cielo.
Que mi mirada sea un rayo de luz
y que a través de mi mirada se te vea, Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario