jueves, 15 de mayo de 2014

Convivencia javeriana en Navarra

Desde el martes 29 de abril hasta el sábado 3 de mayo los misioneros javerianos presentes en España hemos celebrado nuestra tradicional convivencia de Pascua, esta vez en Burlada (Navarra). 
Para el viaje de ida el coche en el que viajaba la comunidad de Madrid sufrió una avería y tuvieron que ser remolcados por la grúa a un taller. Afortunadamente la situación se resolvió rápido, pero hasta las 23,30 no llegaron a Burlada. 
 Al día siguiente dedicamos la mañana del miércoles a concretar nuestro camino como Delegación a la luz de la reciente carta de la Dirección General. Resultó un debate muy animado y donde establecimos cinco líneas de actuación. Ahora, como decía alguno, veremos si somos capaces de dar continuidad a esta reflexión. Por la tarde nos dimos un paseo hasta Roncesvalles aprovechando que no llovía. Aquello estaba animado por numerosos peregrinos. Y por la noche celebramos la misa en la parroquia de San Francisco Javier de Pamplona. La misa fue presidida por Jesús Morales, quien tras la misa también compartió con una treintena de personas en los locales de la parroquia su experiencia misionera en Japón.
Algunos aprovechamos la cercanía para acercarnos a ver la que fue nuestra casa en la calle Media Luna y lamentar el estado de abandono en que se encuentra. 
El jueves a la mañana vimos la película “Mi nombre es Khan”, interesante en lo que concierne el diálogo intercultural, aunque excesivamente larga y con un final muy “americano”. Lo mejor, la actuación del actor principal y los golpes de humor de la primera hora de película. Y para mediodía ya estábamos en Javier. Allí vimos la exposición sobre las Reducciones, comimos en la comunidad de los jesuitas y, ya por la tarde, Cristina Castillo, misionera de Cristo Jesús, animó nuestro retiro con la temática del primer anuncio y la misión. Fue un momento resaltado por todos durante la misa en la parroquia de Javier como muy enriquecedor. 
El viernes por la mañana compartimos lo vivido en las diversas pascuas (todos estamos muy contentos) y programamos las actividades de verano. Por la tarde, organizamos un encuentro de amigos con misa y piscolabis en los locales de la parroquia de Burlada. Hubo más niños que adultos. Los presentes pudieron expresar su agradecimiento a los javerianos por lo vivido y aprendido, su nostalgia de los buenos tiempos y su deseo de poder continuar en relación con nosotros. Nosotros les pedimos por favor que apaguen la vela que alguien encendió a San Francisco Javier para que no podamos vender la casa y tengamos que volver a Burlada, pero creemos que no nos van a hacer mucho caso. 
Y el sábado, cada mochuelo a su olivo, satisfechos por el clima de fraternidad javeriana vivido en estos días.

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