lunes, 5 de marzo de 2012

LECTURA MISIONERA DE LA BIBLIA, MOISÉS 3

TEXTO BÍBLICO (Éxodo, 5,1-6,1)

5 1 Inmediatamente, Moisés y Aarón fueron a decir al Faraón: “Así habla el Señor, el Dios de Israel: Deja partir a mi pueblo, para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor”. 2 Pero el Faraón respondió: “¿Y quien es el Señor para que yo le obedezca dejando partir a Israel? Yo no conozco al Señor y no dejaré partir a Israel”. 3 Ellos dijeron: “El Dios de los hebreos vino a nuestro encuentro, y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios. De lo contrario él nos castigará con la peste o la espada”. 4 El rey de Egipto les respondió: “¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, os empeñáis en apartar al pueblo de sus tareas? Volved al trabajo que os ha sido impuesto”. 5 Él pensaba así: “Ellos son ahora más numerosos que los nativos del país, ¿y todavía debo tolerarles que interrumpan sus trabajos?”.

6 Ese mismo día, el Faraón dio a los capataces y a los inspectores del pueblo las siguientes instrucciones: 7 “No sigáis entregando a esa gente la paja para hacer los ladrillos, como lo habéis hecho hasta ahora. Que vayan a juntarla ellos mismos. 8 Pero exigidles la misma cantidad de ladrillos que fabricaban antes, sin descontarles ni uno solo, porque son unos holgazanes. Por eso gritan: ‘¡Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!’. 9 Hacedlos trabajar más duramente y que estén siempre ocupados; así no prestarán atención a esas patrañas”.

10 En seguida salieron los capataces del pueblo, junto con los inspectores, y dijeron a la multitud: “Así habla el Faraón: ‘De ahora en adelante no os daremos más paja. 11 Id vosotros mismos y traedla de donde podáis. Pero el rendimiento no deberá disminuir en lo más mínimo’”. 12 Entonces el pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto para recoger los rastrojos, y abastecerse así de paja. 13 Los capataces, por su parte, los apremiaban diciendo: “Terminad el trabajo que se os fijó para cada día, como lo hacíais cuando os dábamos la paja”. 14 Y los capataces del Faraón golpearon a los inspectores israelitas que ellos habían designado, diciendo: “¿Por qué ayer y hoy no habéis completado la cantidad establecida de ladrillos, como lo veníais haciendo hasta ahora?”.

15 Los inspectores de los israelitas fueron a quejarse al Faraón, diciendo: “¿Por qué tratas así a tus servidores? 16 No nos dan paja, no cesan de decirnos que hagamos ladrillos, y encima nos golpean. Y tú tienes la culpa”. 17 Pero el Faraón respondió: “Vosotros sois unos holgazanes, sí, unos perfectos holgazanes. Por eso andáis diciendo: ‘Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios’. 18 Ahora id a trabajar. Y no sólo no os darán más paja, sino que deberéis entregar la misma cantidad de ladrillos”.

19 Cuando les anunciaron que no debían disminuir la producción de ladrillos establecida para cada día, los inspectores israelitas se vieron en un grave aprieto. 20 Y al encontrarse con Moisés y Aarón que los estaban esperando a la salida, 21 les dijeron: “Que el Señor fije su mirada en vosotros y juzgue. Porque nos habéis hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y habéis puesto en sus manos una espada para que nos maten”.

22 Moisés se volvió al Señor, diciendo: “Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para esto me has enviado? 23 Desde que me presenté ante el Faraón para hablarle en tu nombre, él no ha cesado de maltratar a este pueblo, y tú no haces nada para librar a tu pueblo”.

6 1 El Señor le respondió: “¡Ahora verás lo que haré al Faraón! Tendrá que dejarlos partir por la fuerza, e incluso, se verá obligado a expulsarlos de su país”.

COMENTARIO BÍBLICO

Los antiguos escritores hebreos solían prescindir de las causas segundas para atribuir todo a la causa primera: Dios. Pero su interés por salvaguardar de este modo la influencia de Yahvé y el ejercicio de su providencia nunca los llevó a olvidar la responsabilidad humana y su culpabilidad por el pecado. Por eso se alude a la dureza de corazón del faraón. El punto principal en la mente del monarca es la ejecución de los grandes proyectos arquitectónicos. La simple idea de que esta preciosa mano de obra quede en libertad para adorar a su Dios como guste es una afrenta para sus propios planes. En consecuencia, a su ya pesado trabajo añade la tarea de recoger la paja necesaria para dar consistencia a sus ladrillos. La orgullosa actitud del faraón pone en crudo relieve el drama: el desconocido Yahvé le va despojando de los atavíos de su gloria.

Los capataces eran probablemente los funcionarios egipcios encargados de las obras de construcción. En el trato con las personas sometidas, los dominadores solían utilizar a sus líderes más destacados como vigilantes. Ante la nueva dificultad, estos vigilantes piden al faraón una consideración más equitativa de la situación. El faraón les dice que lo que ha deteriorado sus condiciones laborales ha sido la petición de Moisés y Aarón. Por primera vez después de su designación Moisés experimenta la cólera de su pueblo, circunstancia que será para él una nota constante en el proceso de liberación. Inexplicablemente atrapado entre el mandato divino y la angustia de su pueblo, pide ayuda a Yahvé. Una vez más se le promete que el poder del Dios de Israel doblegará al faraón ante su voluntad.

Enumeramos a continuación las 10 plagas que asolaron Egipto: 1ª) el agua se convierte en sangre; 2ª) las ranas; 3ª) los mosquitos; 4ª) los tábanos; 5ª) la muerte del ganado; 6ª) las úlceras; 7ª) la granizada; 8ª) las langostas; 9ª) las tinieblas; 10ª) la muerte de los primogénitos.

Ante de la última de las plagas, definitiva para que el faraón permita la salida de los israelitas, se produce la institución de la Pascua que será el texto de nuestro próximo encuentro.

COMENTARIO MISIONERO

Este texto resulta muy actual con la crisis y la reforma laboral. En España cada vez hay menos clase media y la dinámica es que los ricos son cada vez más ricos (el gasto en lujo aumentó en 2011) y los pobres son cada vez más numerosos. Incluso los mismos trabajadores son quienes están renunciando a derechos laborales con tal de tener trabajo. Hay miedo entre los trabajadores y de eso se aprovechan los grandes empresarios.

“No se trabaja porque no se quiere”. En el texto también se acusa a los trabajadores de holgazanes, aunque se sabe que sus circunstancias laborales han empeorado. Lo que importa son los resultados, aunque a quien trabaja se le esté exigiendo cada vez más. También es algo actual: SEAT ha reducido plantilla este año alegando pérdidas económicas, y sin embargo esa empresa llevaba 20 años seguidos de ganancias ¿Dónde ha ido a parar ese dinero de tantos años de ganancias si no sirve para colmar el “agujero” de un solo año de pérdidas?

A quien trabaja se le exige más. Y sin embargo es también necesario el tiempo de esparcimiento, el tiempo con la familia… Incluso las grandes empresas crean espacios de alojamientos solo para sus empleados, que pasan todos los momentos de su vida (trabajo, vida familiar, ocio…) en ambientes de la misma empresa.

Estrategia de la “diversión”, del mantenernos ocupados con noticias o programas de televisión banales para ocultarnos así lo más importante. Hay una dinámica en que, viendo un partido de baloncesto, se nos insinúa que es muy importante contar cuántos pases da uno de los equipos, y mientras estamos atentos a ese dato aparece en la cancha un hombre disfrazado de gorila entra en ella, saluda a la cámara… Al final del experimento la mayoría de las personas no han visto al gorila porque estaban solo atentos a la consigna inicial. Conclusión; nos hacen ver lo que quieren.

En el texto, los israelitas buscan un culpable ante su situación cada vez más penosa, primero culpan al faraón y luego a Moisés.

Con los inmigrantes nos pasa como a los egipcios con los israelitas: tememos que sean muchos, más que nosotros. Pero en realidad nuestra economía necesita 155.000 inmigrantes al año entre 20 y 40 años para mantener la pirámide de población (y con ello las pensiones) y aumentar la natalidad.

Con el tema de la tecnología actual y el coltán pasa como con los egipcios: se tarta de las nuevas esclavitudes de las que somos cómplices sin quererlo.

Tenemos esperanza en un mundo mejor. Sabemos que el mal hace más ruido que el bien (un proverbio dice que un árbol al caer hace más ruido que un bosque que crece), y aunque caminamos hacia ese mudo mejor no van a faltar tensiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario