viernes, 28 de marzo de 2014

28 de marzo de 2014, viernes


viernes tercera semana

Os 14,2-10   Sal 80,6-17   Mc 12,28b-34

 

Amar a Dios

 

Palabra de Dios

 

E

l escriba replicó: «Tienes razón, maestro, cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el entendimiento y con todo el ser y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios».  (Mc 12,32-34)

 

Reflexión

     Al final sólo quedará el amor. El amor es eterno. El amor viene de Dios y a Dios vuelve. Vivimos para “amarlo con todo el corazón y con toda nuestra persona”.

     Cuando muramos, lo perderemos todo, menos el amor. Porque el amor con que vivimos amando a Dios, es la vida de Dios dentro de nosotros. Este amor, no sólo quedará, sino que dará fruto de generación en generación. La única manera para aprender a amarle es dejarse amar por Él.

 

Oración

Tú, tierna luz de la tarde sobre las aguas.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

Tú, luz esplendorosa que unes el cielo y la tierra.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

Tú, luz tremulante, acunada por los sueños.

R: Que se realice lo que Tú quieres, Padre.

 

Se realice tu designio de amor en la Iglesia

     La Iglesia es el pueblo de Dios llamado de la muerte a la vida. El Padre ha escogido a este increíble cuerpo formado por hombres, mujeres, niños, santos y pecadores, de toda edad y raza para revelarnos sus designios de amor. A nosotros, personas limitadas y defectuosas, y no a otras.

     Como resulta increíble que Dios haya escogido hacerse hombre en una joven mujer hace dos mil años, así resulta increíble que Dios quiera continuar su obra de salvación a través de personas humanas que se entregan de por vida para anunciar el amor. Increíble, pero divino.

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