La pascua javeriana “Mareas que cambian vidas” celebrada en
la parroquia Reina de los Apóstoles de La Manga (Murcia) ha resultado un gran regalo. Hemos
sido pocos y eso ha favorecido un clima de familia y participación. Todos hemos
sacado lo mejor de nosotros, hemos vivido con intensidad los tiempos de
silencio y hemos tenido oportunidad para compartir y profundizar lo que cada
cual iba viviendo. Además nos hemos integrado en los oficios celebrados en la
parroquia, con el placer añadido de vivir una vigilia pascual con bautizos.
Los temas de nuestra Pascua estaban muy relacionados con el
mar. El jueves santo nos guió la frase de Jesús “Rema mar adentro” que nos
invitaba a adentrarnos en ese sentimiento oceánico que surge al entrar en el
amor de Dios.
El viernes santo fueron dos las frases que resonaron
fuertemente: “Señor, ¿no te importa que nos hundamos?” ante los momentos de
silencio de Dios en los que parece que prevalece la oscuridad, y “La otra
orilla”, la necesidad de entablar contacto, de favorecer encuentros con los
diferentes, con los que no creen ni piensan como nosotros. Ese día tuvimos muy
en cuenta el drama de las pateras. En una de ellas llegó hasta España Kenneth
Chikwua Iloabuchi, nigeriano y ahora sacerdote en la Diócesis de Cartagena. Su
testimonio fue un brusco despertar a la realidad.
El sábado santo la frase repetida fue “Ánimo, soy yo”, frase
pronunciada por Jesús cuando camina sobre las aguas y los suyos lo confunden
con un fantasma (como en la resurrección) y ese día nos acompañó un artículo
del jesuita José Antonio García sobre la alegría.
Ahora sentimos que hay muchas cosas que hemos vivido en esos
pocos días de pascua y que aún no hemos digerido, por lo que es una suerte
poder contar con los 50 días del tiempo de Pascua para ir gustando ese poso de
plenitud que nos ha quedado tras estos días tan intensos. Al mismo tiempo,
vemos que quizá en los ambientes es los que nos movemos nos es difícil expresar
tanta plenitud porque quienes están con nosotros no están viviendo en esa
dimensión ni podrían entendernos. Esto es también experiencia pascual, pocos
entendieron el camino de Jesús y su paso por la cruz.
Un gracias enorme a la parroquia Reina de los Apóstoles por
las facilidades a la hora de organizar esta Pascua y por poner a nuestra
disposición todas las estructuras parroquiales.
Si alguien está interesado en los materiales que hemos
empleado en esta Pascua basta que nos lo pida para que se los enviemos.
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