Oración inicial
Señor, te pedimos que
vengas
a dilatar nuestros
corazonespara que tu caridad
pueda penetrar en ellos
y que con tu amor en nosotros,
seamos capaces de amar como tú
de un amor infinito.
(Hno. Christophe-Marie,
Carmel Déchaux de la
Provincia de Paris)
Evangelio del domingo (Juan 13, 31-33a.34-35)
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en si mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en si mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»
Testimonio de amor y perdón
Carlo Castagna vio un día su casa de Erba (Italia) en llamas
y dentro encontró degollados a su mujer Paola, a su hija Rafaella (30 años), a
su nieto Youssef (apenas dos años) y a una vecina. Ante este hecho reaccionó
con estas palabras: “Claro que perdono.
Incluso el Padre Nuestro nos dice de perdonar.”
Cuando dicen que es un santo responde: “¡Pero que santo o santo! No me hagan enfadar. Sólo he pedido al Señor
la fuerza para llevar también yo la cruz. He tenido la suerte de encontrar en
mi vida sacerdotes y cristianos que han sido ejemplos de vida y de fe. Sus
palabras, sus experiencias no están vacías de significado para mí y, en el
momento de extrema necesidad, he sentido que las enseñanzas recibidas no han
sido inútiles y me han sido de ayuda en el momento de la tragedia.”
¿Dónde se aprende a hablar así? “Estas expresiones vienen seguramente de los diálogos que tenía con
Paola. Mi mujer y yo hablábamos mucho y los muchachos a menudo estaban también
presentes. Cuando, por ejemplo, oíamos noticias de alguna matanza, ambos
teníamos la misma idea: piedad por los asesinos y sus familias. Cierto: hay
quien sufre inmensamente porque sus personas queridas han perdido la vida. Pero
no podíamos menos que pensar también en lo doloroso y angustioso que debe ser
pertenecer a la familia de quien mata”.
Silencio y expresiones espontáneas
Oración final (de
Señor, te rogamos
por nuestros hermanos y hermanasque han respondido "sí"
a tu llamada al sacerdocio,
a la vida consagrada
y a la misión.
Haz que sus existencias
se renueven de día en día,y se hagan evangelios vivientes.
¡Señor misericordioso y santo,
sigue enviando nuevos operarios
a la mies de tu Reino!
Ayuda a los que has
llamado
a seguirte en este tiempo nuestro;haz que, contemplando tu rostro,
respondan con alegría
a la maravillosa misión
que les has confiado
por el bien de tu Pueblo
y el de todos los pueblos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
(Benedicto XVI)
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