Este domingo 19 de octubre también celebramos el Domund en nuestra Parroquia de San Guido María Conforti de Makeni, en Sierra Leona, como se celebra en todo el mundo, para eso es el «La jornada Mundial para la Evangelización». Cuando yo era pequeño pensaba que, en las «Misiones», la gente celebraba el Domund por lo que de esta jornada recibía: ayuda para la vida de las comunidades cristianas.Todo el mundo se acordaba de «las misiones»:unos daban y otros recibían. (Tal vez todavía hay gente que piensa así…no creo ¿verdad?)
Pasando los años, durante mi formación misionera, me enteré de que no era así; en los años que he trabajado en Sierra Leona he visto que no es así: Las comunidades cristianas y parroquias colaboran económicamente, con la oración y con el envío de misioneros a otros países. Y esto lo hacen por la sencilla y profunda razón de que el haber descubierto a Cristo, a través de la misión, ha cambiado y dado un nuevo sentido a sus vidas, les ha aportado el saberse amados por Dios, el vivir la fraternidad como hermanos-as; la alegría de que, a pesar de los pesares, Dios está con nosotros, nos libera del mal, nos da la fuerza y la esperanza de crecer como personas «humanas», en comunión cordial y responsable con los demás.
«Renace la alegría» es el lema de este año. Un lema que, aparentemente, choca con la realidad que está viviendo el pueblo de Sierra Leona. ¿No hay que tener mucha «cara» para hablar de alegría cuando el ébola siembra el país de miles de afectadosy muertos, cuando destruye familias, arrasa la economía, aísla el país,destruye mucho de lo construido después de la guerra civil de hace unos años…? ¿No hay que tener mucha «cara» para destinar la colecta del domingo, en esta situación, en vez de a ayudar a los afectados del ébola, a la labor misionera de la Iglesia…?
¡Pues no! los feligreses contribuyen con gusto y hasta con más generosidad, convencidos de que haber encontrado a Cristo es lo mejor que les ha pasado en sus vidas, alegres por poder colaborar a que otros lo encuentren, sabedores de que si el mundo viviera -con fe o sin ella- los VALORES de Jesús este mundo sería diferente y las calamidades, como el ébola que arrasa el país, se afrontarían con más solidaridad, justicia y celeridad…
«Renace la alegría«, un lema sugestivo; «Con Cristo la alegría nace y renace», yo, «sin pretensiones» añadiría: PERMANECE, este puebloy estas comunidades, a pesar de la realidad adversa y destructiva, y nosotros con ellas, no hemos perdido la alegría de ser lo que somos, de afrontar el sufrimiento haciéndonos cargo los unos de los otros. Sí, es verdad, es una alegría un poco «empañada», una alegría que esperamos que crezca y se «desempañe» con la colaboración de todos, aquí y allí, para hacer un mundo más fraterno, justo, solidario, más digno, más vivible…Aquí, como siempre, no sólo hay pobreza y sufrimiento, también hay vida y alegría.
Muchos saludos y hasta la semana que viene.
P. Luis Pérez Hernández s.x.
Misionero Javeriano en Sierra Leona
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