lunes, 4 de marzo de 2013

Lectura misionera de la Biblia, Josué


TEXTO BÍBLICO (Josué, capítulos 2 a 7)

Josué capítulo 2

[1] Josué, hijo de Nun, mandó en secreto dos espías desde Sittim con el encargo de examinar el país diciéndoles: ---Id a inspeccionar el país. Ellos se fueron, llegaron a Jericó, entraron en casa de una prostituta llamada Rajab y se hospedaron allí. [2] Pero llegó el soplo al rey de Jericó: ¡Cuidado! Han llegado aquí esta tarde unos israelitas a reconocer el país. [3] El rey de Jericó mandó a decir a Rajab: ---Saca a los hombres que han entrado en tu casa, porque han venido a reconocer todo el país. [4] Ella, que había metido a los dos hombres en un escondite, respondió: ---Es cierto, vinieron aquí; pero yo no sabía de dónde eran. [5] Y cuando se iban a cerrar las puertas al oscurecer, ellos se marcharon, no sé adónde. Si salís en seguida tras ellos, los alcanzaréis. [6] Rajab había hecho subir a los espías a la azotea, y los había escondido entre los haces de lino que tenía apilados allí. [7] Los guardias salieron en su busca por el camino del Jordán, hacia los vados; en cuanto salieron, se cerraron las puertas de la villa. [8] Antes de que los espías se acostaran, Rajab subió donde ellos, a la azotea, [9] y les dijo: ---Sé que el Señor os ha entregado el país, que nos ha caído encima una ola de terror y que toda la gente de aquí tiembla ante vosotros, [10] pues hemos oído que el Señor secó el agua del Mar Rojo ante vosotros cuando os sacó de Egipto y lo que hicisteis con los dos reyes amorreos de Transjordania, que los exterminasteis; [11] al oírlo nos descorazonamos, y todos se han quedado sin aliento ante vosotros; porque el Señor, vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra. [12] Ahora, juradme por el Señor que como he sido buena, vosotros seréis buenos con mi familia, y dadme una señal segura [13] de que dejaréis con vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas y a todos los suyos y que nos libraréis de la matanza. [14] Los hombres le dijeron: ---¡Nuestra vida a cambio de la vuestra, con tal de que no nos denuncies! Cuando el Señor nos entregue el país, seremos buenos y leales contigo.

 Josué capítulo 3

[1] Josué madrugó, levantó el campamento de Sittim, llegó hasta el Jordán con todos los israelitas y pernoctaron allí antes de cruzarlo

[7] El Señor dijo a Josué: ---Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. [8] Tú ordena a los sacerdotes portadores del arca de la alianza que cuando lleguen a la orilla se detengan en el Jordán. [14] Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza caminaron delante de la gente. [15] Y al llegar al Jordán, en cuanto se mojaron los pies en el agua --el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega--, [16] el agua que venía de arriba se detuvo, creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adán, un pueblo cerca de Sartan, y el agua que bajaba al mar del desierto, al Mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó. [17] Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que todo el pueblo terminó de pasar el Jordán.

Josué capítulo 4

[1] Cuando todo el pueblo acabó de pasar el Jordán, dijo el Señor a Josué: [2] ---Elegid doce hombres del pueblo, uno de cada tribu, [3] y mandadles sacar de aquí, del medio del Jordán, donde han pisado los sacerdotes, doce piedras; que carguen con ellas y las coloquen en el sitio donde vais a pasar la noche.

[15] El Señor dijo a Josué: [16] ---Manda a los sacerdotes portadores del arca de la Alianza que salgan del Jordán. [17] Josué les mandó: ---Salid del Jordán. [18] Y cuando salieron de en medio del Jordán los sacerdotes portadores del arca de la alianza del Señor, nada más poner los pies en tierra, el agua del Jordán volvió a su cauce y corrió como antes, hasta los bordes. [20] Josué colocó en Guilgal aquellas doce piedras sacadas del Jordán, [21] y dijo a los israelitas: ---Cuando el día de mañana os pregunten vuestros hijos qué son esas piedras, [22] les responderéis: Israel pasó el Jordán a pie enjuto. El Señor, vuestro Dios, secó el agua del Jordán ante vosotros hasta que pasasteis, [23] como hizo con el Mar Rojo, que lo secó ante nosotros hasta que lo pasamos. [24] Para que todas las naciones del mundo sepan que la mano del Señor es poderosa y vosotros respetéis siempre al Señor, vuestro Dios.

Josué capítulo 5

[13] Estando ya cerca de Jericó, Josué levantó la vista y vio a un hombre en pie frente a él con la espada desenvainada en la mano; fue hacia él y le preguntó: ---¿Eres de los nuestros o del enemigo? [14] Contestó: ---No. Soy el general del ejército del Señor, y acabo de llegar. Josué cayó rostro a tierra, adorándolo. Después le preguntó: ---¿Qué orden trae mi señor a su siervo? [15] El general del ejército del Señor le contestó: ---Descálzate, porque el sitio que pisas es sagrado. Josué se descalzó.

Josué capítulo 6

[1] Jericó estaba cerrada a cal y canto ante los israelitas. Nadie salía ni entraba. [2] El Señor dijo a Josué: ---Mira, entrego en tu poder a Jericó y su rey.

[17] Esta ciudad, con todo lo que hay en ella, se consagra al exterminio en honor del Señor. Sólo han de quedar con vida la prostituta Rajab y todos los que estén con ella en casa, porque escondió a nuestros emisarios. [18] Cuidado, no se os vayan los ojos y cojáis algo de lo consagrado al exterminio; porque acarrearíais una desgracia haciendo execrable el campamento de Israel. [19] Toda la plata y el oro y el ajuar de bronce y hierro se consagran al Señor: irán a parar a su tesoro. [20] Sonaron las trompas. Al oír el toque, lanzaron todos el alarido de guerra. Las murallas se desplomaron y el ejército dio el asalto a la ciudad, cada uno desde su puesto, y la conquistaron. [21] Consagraron al exterminio todo lo que había dentro: hombres y mujeres, muchachos y ancianos, vacas, ovejas y burros, todo lo pasaron a cuchillo. [24] Incendiaron la ciudad y cuanto había en ella. Sólo la plata, el oro y el ajuar de bronce y hierro lo destinaron al tesoro del Templo del Señor. [25] Josué perdonó la vida a Rajab, la prostituta, a su familia y a todo lo suyo. Rajab vivió en medio de Israel hasta hoy, por haber escondido a los emisarios que envió Josué a explorar Jericó.

Josué capítulo 7

[1] Pero los israelitas cometieron un pecado con lo consagrado. Porque Acán, hijo de Carmí, de Zabdí, de Zéraj, de la tribu de Judá, robó de lo consagrado. Y el Señor se encolerizó contra Israel.

[19] Josué dijo a Acán: ---Hijo mío, glorifica al Señor, Dios de Israel, haciendo tu confesión. Dime lo que has hecho, no me ocultes nada. [20] Acán respondió a Josué: ---Es verdad, he pecado contra el Señor, Dios de Israel. He hecho esto y esto: [21] vi entre los despojos un manto babilonio muy bueno, doscientas monedas de plata y una barra de oro de medio kilo; se me fueron los ojos y lo agarré. Mira, está todo escondido en un hoyo en medio de mi tienda, el dinero debajo. [22] Josué mandó a unos que fueran corriendo a la tienda de Acán: todo estaba allí escondido, el dinero debajo. [23] Lo sacaron de la tienda, se lo llevaron a Josué y a los israelitas y lo depositaron ante el Señor. [24] Josué tomó a Acán, hijo de Zéraj --con el dinero, el manto y la barra de oro--, a sus hijos e hijas, sus bueyes, burros y ovejas, y su tienda con todos sus bienes. En compañía de todo Israel los subió al Valle de Acor, [25] y Josué dijo: ---¡El Señor te haga sufrir hoy mismo la desgracia que nos has acarreado! Todos los israelitas apedrearon a Acán. Luego los quemaron y los cubrieron de piedras. [26] Después levantaron encima de él un montón de piedras, que todavía hoy se conserva. Y el Señor aplacó el incendio de su ira --por eso aquel sitio se llama hasta hoy Valle de Acor--.

COMENTARIO BÍBLICO

Capítulo 2.-

Se considera Jericó la primera ciudad del mundo. Sin embargo, las investigaciones arqueológicas no han hallado vestigios de una ciudad cananea que existiera en el lugar de Jericó con posterioridad a la destruida por los egipcios en 1550, tres siglos antes de la llegada de Josué. Quizá estaba en ruinas cuando ellos llegaron y al ver una ciudad amurallada en ruinas la imaginación popular se disparó para introducir una especial intervención divina en las conquistas de Josué.

Un poblado cananeo, conocido como la casa de Rajab, existía en Jericó o en sus inmediaciones.

La visita de los espías ha sido privada de su valor estratégico para resaltar la conquista milagrosa de la ciudad por el derrumbamiento de sus murallas.

Todo está narrado como una guerra santa en la que Dios lucha a favor de su pueblo y siembra el terror entre los enemigos de Israel.

Rajab hace una profesión de fe en la que incluye las victorias de Transjordania: los israelitas necesitaban legitimar la ocupación de Transjordania y así la asocian al plan salvífico de Dios. También incluye fórmulas de una profunda piedad israelita. Esta profesión de fe es el elemento más importante de todo el capítulo 2 porque subraya más la acción de Dios que la virtud de la mujer. Si Rajab participa de las bendiciones de la tierra prometida es porque participa también de la fe israelita. Rajab pasa de decir “no sé” (versículos 4 y 5) a decir en su profesión de fe “yo sé” (v. 9).

Rajab significa “… es grande”. Se ha recortado en este nombre la mención a un dios concreto.

Rajab figura en la genealogía de Mateo como antepasada de Jesús.

Capítulos 3 y 4.-

El acontecimiento central es el paso del Jordán. Aunque en este texto confluyen tradiciones distintas y por eso hay contradicciones y repeticiones, el paso del río se narra una sola vez.

El arca de la alianza era el centro cultual del santuario de Guilgal. Esta palabra parece significar “círculo” (se sobreentiende por el relato que de piedras). En él también había unas piedras y este relato intenta explicar qué hacen allí. Puede que esas piedras originariamente indicasen los límites del recinto sagrado, o que hubiesen sido puestas por los cananeos. Guilgal fue el lugar donde acampó Josué durante su primera noche en la tierra prometida.

En el tiempo en que se han puesto por escrito estos relatos los ministros del culto se dividían en levitas y auxiliares del templo. Para Ezequiel todos son “sacerdotes”, no así para otras fuentes que los distinguen.

El tiempo de la siega corresponde a finales de abril, cuando el río crece porque se derrite la nieve de las montañas del norte.

 La catequesis final del capítulo 4 muestra un claro paralelismo entre este paso y el paso del mar durante la huida de Egipto, no solo porque así se menciona expresamente sino porque se usan incluso las mismas palabras para ambas travesías.

 Capítulos 5, 6 y 7.-

La toma de Jericó parece más un acto ritual que una contienda armada.

La conquista va precedida de una teofanía. Ese “jefe del ejército del Señor” (es decir, de los ángeles) no explica qué hace allí. Su presencia indica únicamente la santidad del lugar. En Éxodo 23,23 está la promesa de que un ángel ayudará en la conquista de Canaán.

La aniquilación total o anatema era un rito característico de la guerra santa y se concebía como una ofrenda de los vencidos a Dios.; en consecuencia, cualquier violación del anatema era considerada una seria ofensa contra el mismo Dios.

Acor parece significar “desgracia” y el relato de Akán puede explicar el origen del nombre de ese valle. Al mismo tiempo, puede esconder una rivalidad intertribal, pues Akán es de la tribu de Judá como David, quien estuvo enfrentado por la realeza con Saúl, de la tribu de Benjamín. Sobre todo en el periodo del declive de Saúl la rivalidad entre ellos fue patente.

COMENTARIO MISIONERO

Nos chocan estas imágenes bélicas porque tenemos la suerte de poder leer la Biblia desde Jesús, quien no retoma la vertiente violenta del Primer Testamento, sino que por el contrario subraya pasajes menos evidentes y más “escondidos”: la bondad de Dios a través de Elías hacia una viuda extranjera, la curación de un leproso sirio, la línea de amor abierta por Oseas… Jesús también relee su historia como judío y la historia del pueblo elegido, pero lo hace desde claves alejadas de la violencia.

La doctrina del pueblo elegido, tomada de una forma absolutista y excluyente, ha provocado muchos desmanes en la historia de la humanidad (apartheid de Sudáfrica, exterminio de la población autóctona en América del Norte…) y sigue siendo actual en el Israel actual: mientras que nuestro texto habla de muros derribados el Estado de Israel ha construido muros para alejar a los palestinos.

Todo lo que tiene que ver con el fundamentalismo y la guerra santa son llamadas de atención para los cristianos, porque nosotros también tenemos nuestros integristas, de momento no armados pero sí activos en sus actitudes de exclusión. Nos resulta llamativo que incluso personas de alta titulación teológica tengan una mentalidad cerrada, fundamentalista. Tanto saber no les ha ayudado a ampliar horizontes porque su formación es sesgada.

El exterminio total aparece en este texto como querido por Dios. Nos parece que era una forma de que el pueblo no se mezclase al llegar a territorios habitados por otros pueblos, un medio para evitar el posible mestizaje religioso, cultural y social. Y sin embargo es curioso que, a pesar de tanta prevención, Jesús tiene su sangre mezclada por Rajab la extranjera, que aparece en la genealogía de Jesús según Mateo (y no es la única extranjera mencionada).

El Dios que se va revelando en la Biblia es un Dios celoso que no acepta ni ídolos ni otros dioses a su lado. Se manifiesta como el único. Resulta significativo sin embargo que cuando se hace carne en Jesús va a ser Él el que se haga exterminar y pase por la muerte y la cruz, y así sí que se manifiesta como el Único por su capacidad inigualable para amar.

Por el comentario bíblico vemos que este relato parte de elementos ya existentes (ruinas, la casa de Rajab…) que se relacionan entre sí para elaborar un relato sobre la presencia de Dios en la historia de un pueblo. Nos parece un método sugerente para releer nuestra propia historia desde la óptica de la presencia de Dios.

Dice asimismo el comentario que en la “profesión de fe” de Rajab se menciona la ocupación de Transjordania para justificarla, porque los desmanes cometidos entonces seguramente habían provocado polémica o al menos una cierta mala conciencia entre los mismos israelitas y esto nos da esperanza: dentro del mismo pueblo pueden surgir personas lúcidas que lean la historia desde la justicia de Dios y no desde el filtro etnocéntrico.

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