Oración de inicio
Dios
de nuestros padres, santo y misericordioso,
que con tu palabra hiciste todas las cosas, y,
ayudado por el Espíritu de la Sabiduría,
modelaste todo cuanto existe,
dame tu Sabiduría, que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos.
Mándala desde tu seno,
para que me asista en mis anhelos y búsquedas,
en mis interrogantes y en mis respuestas,
porque soy demasiado pequeño/a para discernir la verdadera riqueza de la vida
y el camino de la felicidad …
Ella lo conoce todo, y me guiará prudentemente en mis pasos,
y me mostrará, en tu palabra,
la senda de tu voluntad. (Sab.9, 1-6...)
que con tu palabra hiciste todas las cosas, y,
ayudado por el Espíritu de la Sabiduría,
modelaste todo cuanto existe,
dame tu Sabiduría, que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos.
Mándala desde tu seno,
para que me asista en mis anhelos y búsquedas,
en mis interrogantes y en mis respuestas,
porque soy demasiado pequeño/a para discernir la verdadera riqueza de la vida
y el camino de la felicidad …
Ella lo conoce todo, y me guiará prudentemente en mis pasos,
y me mostrará, en tu palabra,
la senda de tu voluntad. (Sab.9, 1-6...)
Algunas
pistas de reflexión
Mammón es el dios de nuestra sociedad. ‘El producto’ es el único valor suyo; y el
valor de los valores es el producto de los productos, el dinero. Por lo tanto nuestra sociedad no es una
sociedad atea, como se suele decir. Se
trata más bien de una sociedad idólatra, que adora el haber. Y como solemos identificarnos con el objeto
de nuestra propia adoración, el hombre ya solo “es” lo que “tiene” …
Mammón, es un dios que tiene la necesidad
esencial de destruir lo que produce, mejor dicho, quien lo produce …, necesita de
la vida de sus adoradores.
… Pero el evangelio es el anuncio de la
gracia de Dios, de su intervención para salvar el hombre: lo que es “imposible
a los hombres … es posible para Dios”. Y
nos es posible también a nosotros, porque Dios se ha acercado del hombre y se
ha hecho nuestro prójimo. (cf.
S. Fausti)
¿Está la Iglesia con los pobres? ¿Cuál es su posición objetiva, al margen de
las mejores intenciones y de las hermosas palabras? ¿En qué cosas y casos debe cambiarla? (Elías A. Martín)
Oración
conclusiva
Señor Jesús,ayúdame
a permitir a la luz
de tu mirada
tierna
penetrar
mis entrañas
para que
me sienta
atraído hacia ti
y pueda descubrir
un nuevo deseo
de seguirte.
(Armand et Marie-Philippe, ‘Prier’ nº 345)
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